El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, criticó el sábado a Nestlé por no tomar suficientes medidas para castigar a Rusia por su invasión a Ucrania, y la compañía encabeza una pequeña pero poderosa lista de empresas multinacionales que mantienen operaciones comerciales en el país presidido por Vladimir Putin.
En concreto, durante un discurso en vídeo en un mitin en Suiza, Zelensky criticó al gigante suizo de la alimentación por seguir vendiendo productos en Rusia: «Los negocios funcionan en Rusia aunque nuestros niños estén muriendo y nuestras ciudades estén siendo destruidas«. Por su parte, Nestlé, cuyo negocio en Rusia representa el 2% de las ventas totales, mantiene que sólo vende productos esenciales y ha suspendido todos los anuncios e inversiones de capital en el país.
No abandonar a los empleados ni entregar las instalaciones al gobierno ruso
Koch Industries, el conglomerado estadounidense que se sitúa como la segunda empresa privada más grande de Estados Unidos según las estimaciones de la versión estadounidense de FORBES, gracias a sus 115.000 millones de dólares (104.126 millones de euros) de ingresos anuales, se aferró el miércoles a que su filial Guardian Industries siguiera operando sus dos instalaciones de fabricación de vidrio en Rusia. En este sentido, el director de operaciones de la multinacional, Dave Robertson, explicó en un comunicado que la empresa no quiere abandonar a sus empleados en el país «ni entregar estas instalaciones de fabricación al gobierno ruso para que pueda operar y beneficiarse de ellas».
Además de Koch Industries, al menos otras 36 empresas se han negado a reducir sus operaciones comerciales en Rusia, según una lista recopilada por el profesor de la Universidad de Yale Jeffrey Sonnenfeld, que identifica a 350 empresas que se han retirado de Rusia o han suspendido sus operaciones en la región.
Credit Suisse, el segundo banco suizo, es una de las grandes empresas que no se ha retirado de Rusia. Su director ejecutivo, Thomas Gottstein, dijo el martes que la empresa está «revisando» sus vínculos comerciales con Rusia, pero los 1.100 millones de dólares (996 millones de euros) de exposición de la empresa en Rusia a través de préstamos y filiales hacen muy improbable una retirada del banco.
El fabricante de automóviles francés Renault tampoco ha anunciado ningún cambio en su negocio en Rusia. Su dependencia del país cuenta con importantes desafíos: la empresa tiene unos 40.000 empleados en Rusia y representa alrededor de un tercio del mercado automovilístico de la región, según Reuters. Las acciones de Renault han caído más de un 30% desde que Rusia comenzó su guerra contra Ucrania.
CONTRA
Algunas destacadas empresas anunciaron cambios en sus relaciones comerciales con Rusia, después de que la semana pasada les llamaran la atención por no hacerlo y de que cientos de compañías ya hubieran establecido restricciones.
Citigroup aseguró la semana pasada que «ampliará el alcance» de su salida de Rusia más allá de su salida previamente anunciada.
Por su parte, los fabricantes de neumáticos Bridgestone y Pirelli tardaron en anunciar los cambios en sus operaciones en Rusia, pero ambos decretaron la suspensión de la fabricación en el país la pasada semana.
HECHO SORPRENDENTE
Zelensky había evitado señalar a empresas concretas por sus negocios en Rusia hasta el pasado domingo, cuando solicitó a los gigantes tecnológicos como Microsoft que redujeran aún más sus operaciones en Rusia.
En su discurso del sábado, el presidente de Ucrania pidió a los bancos suizos que intensificaran sus acciones contra Rusia: «El dinero de las personas que desataron esta guerra está en sus bancos. Ayudad a combatir esto», aunque Zelensky no nombró específicamente a Credit Suisse ni a otros bancos.
En este sentido, Suiza anunció el pasado mes de febrero que congelará los activos de las personas sancionadas por la Unión Europea. La Asociación de Banqueros Suizos estima que los bancos del país tienen hasta 215.000 millones de dólares (194.740,3 millones de euros) de dinero ruso en cuentas en el extranjero.