Occidente presiona un poco más a los grandes oligarcas rusos en respuesta a la invasión de Ucrania dictada por Moscú. El número de empresarios sancionados por Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea alcanza ya la veintena.

El último en entrar en la lista negra ha sido el millonario Román Abramóvich, propietario del Chelsea, al que Reino Unido congelará todos sus activos. Su fortuna se estima en 9.000 millones de libras (cerca de 11.000 millones de euros).

En total, Reino Unido ha añadido a la lista negra a oligarcas con fortunas valoradas en 15.000 millones de libras (unos 17.800 millones de euros), recoge Europa Press.

Las sanciones de Londres afectarán también a un socio de Abramovich, Oleg Deripaska, y a cinco personas del círculo cercano del presidente ruso, Vladimir Putin, entre ellos su «mano derecha», Igor Sechin, según un comunicado del Gobierno de Boris Johnson.

Los oligarcas señalados este jueves tendrán vetados los viajes a Reino Unido y ninguna empresa o individuo británicos podrá hacer negocios con ellos.

«No puede haber paraísos seguros para quienes han apoyado el asalto vicioso de Putin sobre Ucrania», ha dicho Johnson, que ha prometido seguir persiguiendo a quienes contribuyan de alguna forma a la actual escalada de violencia.

Los 20 oligarcas rusos sancionados

Desde que comenzara el conflicto en Ucrania el pasado 24 de febrero, las autoridades europeas han sancionado más de 860 personas, según los cálculos de The Guardian. Entre ellos están 20 de los grandes magnates rusos, según los cálculos de Forbes. Antes de la invasión a Ucrania, las sanciones de EEUU, la UE y Reino Unido señalaban a 11 multimillonarios.

Se trata de magnates con inversiones inmobiliarias, propietarios de bancos, empresas de materias primas o equipos deportivos, entre otras muchas inversiones, y con estrechas conexiones con el gobierno ruso. Las sanciones impuestas van desde la congelación de sus bienes y prohibiciones de viaje, hasta impedir que sus empresas sigan acumulando capital.

Mikhail Fridman (Getty)

El 23 de febrero, el día antes de la invasión, la UE sancionó a los 336 miembros del Parlamento ruso que votaron a favor del reconocimiento, una lista que incluye a dos multimillonarios, Andrei Skoch y Leonid Simanovsky.

El pasado 28 de febrero, la UE impuso prohibiciones de viaje, congeló los activos y prometió perseguir los yates, aviones privados y casas de lujo de los siguientes multimillonarios rusos: Alexey Mordashov, la segunda persona más rica de Rusia; Mikhail Fridman y Pyotr Aven, copropietarios de Alfa-Bank; el prolífico inversor Alisher Usmanov; y el magnate inmobiliario Alexander Ponomarenko. Gennady Timchenko, que ya había sido sancionado por Estados Unidos y el Reino Unido, también fue sancionado por la UE.

Gennady Timchenko

El 3 de marzo, tanto Estados Unidos como el Reino Unido impusieron la congelación de activos y la prohibición de viajar a Usmanov.

Reino Unido, por su parte, sancionó tras la invasión a tres multimillonarios que ya habían sido sancionados por EEUU: Timchenko, Boris Rotenberg e Igor Rotenberg.

Este miércoles, 9 de marzo, la UE ha sumado sanciones contra otros cuatro multimillonarios: Andrei Guriev, Andrey Melnichenko, Vadim Moshkovich y Dmitry Pumpyansky. Todos ellos estuvieron presentes en la reunión del 24 de febrero en la que el presidente Vladimir Putin les informó de los motivos del ataque a Ucrania, alegando que no tenía otra opción que invadir y que eso probablemente implicara nuevas sanciones económicas para Rusia, recoge Forbes.com.

Andrey Guriev (Getty)

Rechazo al conflicto bélico

La presión económica de las sanciones ha hecho que algunos de ellos se pronuncien en contra del conflicto bélico, aunque sin señalar abiertamente al presidente ruso.

El primero en romper el silencio contra la acción de Putin fue Mikhail Fridman, el fundador de Alfa Bank (el banco privado más grande de Rusia) y que controla la firma de capital privado LetterOne, el principal accionista de la cadena española de supermercados DIA.

A través de un correo electrónico a sus empleados de LetterOne, el empresario nacido en Ucrania pidió el «fin del derramamiento de sangre» y escribió que «la guerra nunca puede ser la respuesta», recoge el diario británico Financial Times.

Por su parte, Oleg Deripaska, también pidió el fin de la guerra en un mensaje dominical en Telegram. «¡El mundo es muy importante! Las negociaciones deben comenzar lo antes posible», escribió.

En la misma línea se han pronunciado el multimillonario Oleg Tinkov, fundador del banco Tinkoff, y Dmitry e Igor Bukhman, los hermanos que están detrás del desarrollador de videojuegos Playrix, que fabrica juegos gratuitos para móviles como Homescapes y Fishdom, que subrayaron que «la violencia «nunca puede ser la solución a un problema«.