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¿Se puede demandar a Elon Musk por estrellar un cohete contra la Luna?

Se espera que parte de un cohete SpaceX se estrelle en la superficie lunar en marzo.
Imagen de la película 'Viaje a la Luna' (1902).

Quien quiera que viva en el lado oscuro de la luna experimentará, a principios del próximo mes de marzo, su propia No mires hacia arriba. Todo gracias a Elon Musk, ya que una pieza de uno de sus cohetes de SpaceX se estrellará contra la superficie lunar a aproximadamente 9.173 kilómetros por hora, velocidad suficiente para crear un cráter de tamaño decente: de un diámetro de aproximadamente 19 metros.

Cómo ocurrirá el accidente entre el cohete y la Luna es algo peculiar. Hace casi siete años, la empresa SpaceX de Elon Musk puso en órbita el satélite Deep Space Climate Observatory de la NASA. Cuando la parte superior del cohete Falcon 9 se separó de esa nave, cayó en una órbita inestable alrededor de la Tierra, en una ubicación bastante común donde los cohetes arrojan basura al espacio.

Gracias a los cálculos de Bill Gray, un ingeniero de software de astronomía que rastrea objetos del espacio profundo, sabemos que los escombros chocarán contra la Luna alrededor del 4 de marzo. Eso es inusual. Por lo general, si un cohete propulsor se encuentra en esta órbita, tiende a regresar a la Tierra, donde se quema en la atmósfera. O, como en el caso del propulsor chino que envió un rover a la Luna, termina siendo lanzado a la órbita del Sol.

Sin embargo, esta pieza no es la primera que colisiona con la superficie de la Luna. La NASA ha estrellado deliberadamente varias naves espaciales contra la superficie lunar con fines científicos y de otro tipo. Pero sí será la primera ocasión en que una nave espacial golpea la luna sin querer.

Como era de esperar, la noticia del impacto ha generado una cascada de comentarios de usuarios enfadados y con sarcasmo en las redes sociales. La mayor parte de ellos se preguntan si es acaso esto legal o si se puede pedir responsabilidades a SpaceX y a Musk por estrellar su basura espacial en la Luna. A lo que responde el abogado Steven Kaufman, quien codirige la práctica satelital en el bufete de abogados Hogan Lovells: «Teóricamente, sí. Prácticamente, probablemente no».

Si bien existen tratados y leyes internacionales que cubren la responsabilidad por daños por incidentes que involucran naves espaciales, tiene que haber un daño real causado para generar cualquier acción legal. Y el problema es que nadie tiene la propiedad del satélite terrestre para reclamar esos daños. «Se está estrellando contra la Luna, y nadie es dueño de la Luna», indica el abogado.

En teoría, podría surgir un reclamo sobre la Luna si, por ejemplo, el propulsor de SpaceX se estrellara contra el rover lunar de China. En ese caso, entrarían en juego dos tratados internacionales, explica Scot Anderson, abogado de Hogan Lovells: el Tratado del Espacio Exterior de 1967 y la Convención sobre Responsabilidad Internacional por Causas de Daños por Objetos Espaciales de 1972, que establecen los procedimientos que los países seguirían para presentar este tipo de casos. China presentaría una demanda contra Estados Unidos por los daños causados ​​a su rover. Pero aún no está claro cómo sucedería eso exactamente. «Simplemente no hay muchos precedentes», dice Anderson.

Eso se debe a que solo se ha presentado una única reclamación de responsabilidad en virtud de estos tratados. Eso fue en 1978, cuando el satélite soviético Kosmos 954 se rompió en la atmósfera y derramó desechos radiactivos sobre el norte de Canadá. El gobierno canadiense facturó a la Unión Soviética una compensación por los daños, y los dos gobiernos finalmente acordaron una cantidad de 3 millones de dólares canadienses, que sería cerca de 10 millones dólares estadounidenses de 2022 (8,86 millones de euros).

Si bien no es probable que el cohete de SpaceX genere un reclamo similar, no pasará mucho tiempo hasta que las leyes que rigen este tipo de asuntos y daños comiencen a ser más relevantes, dice Kaufman. Cada vez hay más satélites entrando en órbita y, a medida que se vuelven menos útiles, el potencial de proliferación de basura espacial se vuelve más probable. Es por eso que los gobiernos han comenzado a tomar medidas enérgicas contra los desechos, y los organismos reguladores exigen a las empresas espaciales que desarrollen planes de mitigación de desechos.

Además, señala Anderson, la mayoría de las principales agencias espaciales del mundo se han unido al Comité de Coordinación de Desechos Espaciales Interinstitucionales, fundado en 1993 para comenzar a abordar el problema. Mientras la NASA planea su regreso a la Luna bajo el programa Artemis, los gobiernos que trabajan con la NASA firmaron los Acuerdos de Artemis, un tratado que contiene disposiciones para mitigar la basura espacial.

Otros países e incluso empresas privadas han expresado interés en establecer puestos de avanzada permanentes en la Luna, y es posible que no pase mucho tiempo antes de que incidentes como accidentes espaciales accidentales terminen en los tribunales. «Si esto sucediera dentro de 10 años o dentro de 20 años podría ser un evento más significativo», concluye Anderson.

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