El precio medio de la luz en el mercado mayorista marca récords históricos un día sí y otro también. Empresas y consumidores sufren un recibo un 35% más caro que hace un año. Un aumento que se produce en plena transformación del modelo energético en España, impulsado por la necesidad de reducir emisiones y las exigencias europeas de sostenibilidad.

Prueba de ello es que el autoconsumo fotovoltaico o la instalación de paneles solares, que hacen posible generar electricidad en instalaciones propias sin conectarse a la red de distribución, se ha disparado en los últimos meses. El interés por esta energía, no es nuevo. Para Miguel Lizaso de Aiga Advisory del Grupo A&G «el sector del autoconsumo fotovoltaico crece de manera sostenida durante los últimos años, por los beneficios para los consumidores y las distintas alternativas de inversión, generación y monetización de la inversión actual».

El autoconsumo es, según los expertos, lo más visible de un cambio radical donde cada cliente podría ser, en el futuro, una pequeña eléctrica, así que no es de extrañar que muchos consumidores se pregunten si compensa su instalación. El argumento de mayor peso es que, gracias al autoconsumo, una familia tipo puede recortar a la mitad su factura de la luz, teniendo en cuenta los precios actuales y además reducir de forma significativa su huella de carbono. El ahorro es claro: al generar la propia electricidad que se consume, no se asumen los gastos asociados a la compañía comercializadora, a sus costes de actividad, así como a la fiscalidad implícita. 

Además, la innovación en paneles ha reducido los costes de generación fotovoltaica un 90% desde 2011. El precio de producir energía a lo largo de la vida de una instalación solar residencial está en torno a los 3 céntimos de euro kWh, mientras que en el mercado supera los 15 céntimos de euro-kWh. 

Aunque existen opciones que no requieren inversión inicial, el desembolso de una instalación fotovoltaica de 4kW en una vivienda de 100 m2 ronda de media 6.500 euros y se amortiza en unos siete años, aunque este tiempo puede ser muy inferior con los precios de luz actuales y si se accede a las ayudas disponibles, que pueden cubrir hasta el 50% de la inversión, dependiendo de dónde se viva. 

Las ayudas son de tres tipos: deducciones en el Impuesto de la Renta, ayudas autonómicas y bonificaciones del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de hasta el 50% y del 95% en el caso del Impuesto sobre Construcciones Inmuebles y Obras (ICIO). Además, el autoconsumo se beneficiará este año de las ayudas aprobadas en junio por el Gobierno, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para la instalación de placas solares.

Unos 660 millones de euros —ampliables a 1.320 millones— para instalaciones de autoconsumo (hasta 900 millones). Las ayudas oscilan entre 450 euros y 300 euros por kWp instalado y los particulares podrán descontarse hasta un 40% en el precio de los paneles solares mientras que las empresas descontarán entre un 15% y un 45%.

Las estrategias son infinitas. Alquiler de paneles, cero inversión inicial, soluciones llave en mano, etcétera. En la sevillana The South Oracle (TSO) «se instalan paneles sin inversión inicial del cliente, le venden la energía verde con descuento y a los 10 años la instalación pasa a ser de su propiedad, una Tarifa Solar en la que el cliente sabe lo que va a pagar exactamente por la luz cada mes«, explica Antonio Escribano, GSO de la empresa.

Otros monetarizan el excedente de luz generado. La start up Lumio ha vivido una expansión brutal del sector. Desde febrero, multiplica por seis sus instalaciones. Con su fórmula peer to peer comparte energía excedente entre consumidores desde una instalación de autoconsumo a otra que no lo tiene. Para Alexis de Las Heras CEO de Lumio «nuestra tecnología permite que un particular en autoconsumo con dos residencias pueda compartir el excedente solar de su casa habitual con la segunda. O decidir que sea su hijo, o quien quiera, en otro lugar, el que se beneficie del ahorro». 

Para Miguel Lizaso, de Aiga Advisory del Grupo A&G, «hay empresas especializadas que se hacen cargo de la inversión y operación de las instalaciones y que ofrecen ahorros directos en el precio final, las instaladoras gestionan permisos, compra de paneles, hacen la explotación a largo plazo, a cambio de gestionar toda la electricidad generada que venden al consumidor a precios inferiores a los de su factura de siempre». 

Una de estas empresas es POWEN, pionera en fotovoltaica en el ámbito residencial, empresarial y agrícola ha visto la transformación en el sector. Para Pedro Sánchez, CCO de Powen, «el consumidor ha entendido que es dueño de su energía, toma las decisiones, el almacenamiento de la misma traerá más abaratamiento y el cambio será  total, en 4 o 5 años veremos el país sembrado de paneles».

El cambio solo ha comenzado. «El 75% de la población en España tiene un tejado compartido, las nuevas tecnologías permiten que todo el mundo ahorre«, explica Wouter Draijer, CEO de SolarMente, quien creará en Las Rozas (Madrid) una comunidad energética de autoconsumo basada en Blockchain para intercambiar energía sin intermediarios. Un ejemplo más de que el autoconsumo y la energía del sol tienen un futuro brillante.