No entero, claro, pero hay piezas que podrían interesar con un dólar que se cambia a 85 céntimos. Eso sí, una advertencia después de que esta semana el mayor coleccionista de memorabilia de The Rolling Stones me confesará: “Cuando nos morimos los coleccionistas, esto lo venden las viudas”.
El mono de lentejuelas con el que Elvis Aaron Presley saltó al escenario del Madison Square Garden el 9 de junio de 1972 y su correspondiente capa de Rey (del Rock) puede ser tuyo, si no se cae el Paypal en el momento de la puja, claro. Diseñada por el virginiano Bill Belew, autor del guardarropa más famoso de Elvis, ha permanecido en manos de un coleccionista durante los últimos 30 años. La apuesta arranca en 350.000 machacantes euros. Si te la compras en Ebay para disfrazarte y pasas mucho de tener el sello de autenticidad, por menos de 30 euros te haces con una.
Si algún petromillonario te levanta la pieza te recomiendo desfogarte con el disco grabado en directo en el Garden neoyorquino a la venta en Discogs, el mejor portal de venta de coleccionismo discográfico, ahí lo consigues desde 56 céntimos. Revisa también en YouTube las imágenes de la entrada de Elvis al escenario tras los acordes del Carmina Burana de Carl Orff a ritmo de un acelerado That´s Alright Mama. Elvis fue el primer artista que hizo agotar las entradas para cuatro noches seguidas en el Garden. Si entras al Madison en el hall verás que el record de actuaciones seguidas lo tiene un músico de la ciudad, Billy Joel, cuyo piano está expuesto incluso en los partidos de la NBA.
La subasta la promueve la empresa Kruse GWS Auctions, que avala con su reputación la autenticidad de las piezas y presume de haber sido una de las que más caja han hecho con este tipo de ventas al alza. Al final de su página, Forbes avala su reputación. El día se cerrará con Elvis, pero se subastan en total 320 lotes para captar compradores de todos los presupuestos, así que recomiendo un vistazo a su página web y permitirse soñar un poco. Evita hacerlo si llegar a fin de mes te hace dar vueltas en la cama.
Entre los paquetes más asequibles, hay un billete de un dólar firmado por Elvis y Johnny Cash (menuda coña el apellido de Cash y el billete) que tiene como precio de partida 170 pavos. Yo el casco de medio huevo que Elvis llevó en Viva Las Vegas (10.000 dólares para arrancar) sí que me lo pillaría y se lo cambiaría a Alberto García-Alix por una de sus fotos de Camarón de la Isla.
Merece la pena vaguear por las 28 páginas de curiosidades de la subasta. También subastan unos puzzles de las Playmates (la chica que ocupaba el póster central cada mes) en Playboy. No son muy sexys ni dan ganas de romperse la cabeza para hacerlos. Más apetecible me parece a mí la cámara Polaroid SX-70 de Andy Warhol. La subasta arranca en 500 dólares así que yo sí veo ahí una posible revalorización en cuanto llegue la próxima efeméride. El sombrero negro de paja de ala ancha de Audrey Hepburn y mi favorita, la chupa de Peter Fonda en Los Ángeles del Infierno (1966).
Hay, claro, muchas rarezas que no sé si quedarán desiertas, como la caja en la que guardaba el guitarrista Les Paul su primera guitarra en 1952. Es verdad que inventó un modelo, la Les Paul, que fabrico Gibson a medida, pero lo que subastan es la caja, no la guitarra. También me parece un poco hinchado el subastar un cheque firmado por Sharon Stone a Tiffany. Me imagino al encargado de planta yendo al banco a pagar de su bolsillo para quedarse el cheque en vez de cobrarlo y luego darle una segunda vida.
Si quieres más información escríbele a Caroline Galloway (caroline@m2mpr.com), responsable de las relaciones públicas de las subastas, y seguro que te ayuda. No dejaría yo de consultar a algún experto en importación y en fiscalidad, no vaya a ser que la capa de Elvis te cape tu declaración de la renta del próximo quinquenio por no haberte leído la letra pequeña.