La pasión por la robótica de Sho Nakanose viene inspirada por al tragedia: la muerte de su madre hace diez años. A pesar de que no es un doctor, se ha obsesionado con la idea de que las nuevas tecnologías podrían haber cambiado las cosas.
«En ese momento, estaba convencido, si tuviéramos estas nuevas tecnologías como extensión de las capacidades humanas, podría haber salvado su vida», dice.
Diez años después, con 36 años, ha canalizado esta trágia inspiración en una startup japonesa, Gitai. La compañía, que hasta ahora ha crecido por encima de los 47 millones de dólares gracias a los inversores de capital riesgo como Daiwa Corporate Investment Venture Growth Fund, Mitsubishi UFJ Capital IX y Global Brain CVC Funds, que aspiran a construir robots que puedan operar en el espacio en una variedad de misiones, incluyendo el muestreo del suelo lunar. Pero el núcleo de la compañía de Nakanose es una idea muy simple: usar los robots en el espacio salvará vidas y mejorará la salud de la gente.
Para la gente, vivir y trabajar en el espacio es, a la vez, caro y peligroso. Un vuelo tripulado a la órbito o a la Estación Espacial Internacional, por ejemplo, cuesta 58 millones de dólares por asiento. Los viajes espaciales también vienen con muchos riesgos para los involucrados. De acuerdo con la NASA, la radiación a la que te expones en un viaje espacial podría incrementar el riesgo de sufrir cáncer; daños en el sistema nervioso central, provocando que el cerebro tenga dificultad para comunicarse con los órganos, alterar las funciones cognitivas, reducir la capacidad motora y provocar trastornos de conducta.
Para Nakanose, usar la tecnología robótica potencialmente puede ofrecer una vía práctica y asequible para explorar el espacio sin poner en riesgo la vida humana. Dice que el objetivo de Gitai es reducir cien veces el coste de trabajo usando su tecnología robótica y mitigar los riesgos de seguridad enviando robots a la órbita en vez de humanos.
La startup ahora mismo manufactura dos productos. El primero es un brazo robótico con forma de gusano de dos metros. La máquina puede moverse como un gusano y también puede «ser equipado con varios accesorios tales como taladros eléctricos, palas y manos robóticas para completar una serie de tareas», dice Nakanose. Esto podría potencialmente reducir la cantidad de tiempo que los astronautas necesitan para hacer una caminata espacial para realizar tareas de mantenimiento o reparación en las naves o en las estaciones espaciales.
El segundo producto es un explorador robótico de la luna, que es del tamaño de un kart y que tiene un un alcance de muchas millas. «Este explorador tiene la capacidad de navegar y operar en la superficie lunar», dice Nakanose. Es muy importante en tanto que la NASA ha acelerado para que los astronautas vuelvan a la luna permanentemente.
Gitai no es solo la compañía de robots espaciales. El mercado actual está dominado por compañías como la canadiense MDA Space, que creó el brazo robótico para la Estación Espacial Internacional, y la luxemburguesa Redwire, que manufactura sistemas robóticos para las naves. La demanda de robots espaciales está creciendo, y los firma de análisis Grand View Research estima que el mercado total crecerá por encima de los 5 mil millones de dólares en 2027. La demanda se debe a la necesidad para «un servicio, reparación y mantenimiento eficiente de los satélites geoestacionarios», de acuerdo con un informe de la firma. «La rentabilidad, mejor productividad y la habilidad para trabajar en el entorno extremo del espacio son los factores principales que conducen la demanda para la tecnología robótica espacial», puede leerse en el informe.
A pesar del dominio de las compañías tradicionales, Christopher Stott, un analista de Lonestar Data Holdings Inc., dice que la tecnología de Gitai puede ser capaz de desplazar a sus competidores más asentados. «Mientras MDA y Redwire son los proveedores clave de la industria de la robótica espacial a día de hoy, Gitai podría ser una competencia real llegando a ser el equivalente de SpaceX en su cuota de mercado», dice Scott.
La compañía ya cuenta con un número de consumidores en la industria. Nakanose dice que la compñía tiene mucho que ofrecer a las demás compañías. «Poemos ser un buen socio para minimizar los coste de infraestructura como el transporte y el coste de trabajo juntos», añade.
Hace una década, la vida de Nakanose no tenía nada que ver con la robótica o el espacio. Era un consultor de informática en IBM Japón en 2009, reemplazando sistemas antiguos por el nuevo sistema SAP (un sofware de la compañía alemana) a los clientes. Pero no hace mucho que empezó a plantearse otros caminos, dice, porque él no estaba hecho para ser un trabajador de una gran empresa», dice Nakanose. Así que en 2013, se mudó a la India y lanzó CloudLancer India, Pvt, Ltd, una compañía que opera en dos ámbitos, contratando sistemas de desarrollo web para clientes y desarrollando sus propias aplicaciones web y para smartphone. Vendió CloudLancer en 2015 a una compañía india por una cantidad desconocida, luego volvió a Tokio para perseguir su pasión por los robots.
En 2016, Nakanose fundó Gitai, con el objetivo de construir sistemas robóticos menos caros para ayudar con la construcción espacial y su mantenimiento. El nombre de la compañía significa «cuerpo cibernético» en japonés, pero probablemente es más reconocible por el nombre de los cuerpos cibernéticos en la película de anime «Ghost in the Shell», la fovorita de Nakanose.
En 2021, la compañía dijo que llevó a cabo satisfactoriamente la primera prueba tecnológica en la Estación Espacial Internacional con un robot espacial autónomo que era capaz de imitar la exploración lunar y la construcción, así como la reparación de naves espaciales. En 2024, la compañía realizará otra prueba tecnológica fuera de la EEI. La compañía también tiene más misiones alineadas con la agencia espacial japonesa o Toyota, entre otros.
En mayo, la compañía elevó una ronda de financiación serie B de 30 millones de dólares y pretende usar ese capital para expandir sus operaciones en Estados Unidos, en su localización en Torrance, California, para impulsar su capacidad de facturación. Nakanose dice que el proyecto más importante de la startup en el futuro será desarrollar robots que puedan construir en el espacio paneles solares, antenas de comunicación, modulos habitacionales y generadores y enviar miles de robots a la superficie lunar.
«Como start up, dispondremos miles de nuestros robots en la superficie lunar y en la superficie de marte para construir muchos paneles solares, antenas de comunicación, modulos habitacionales y generadores», dice Nakanose, «lo que será nuestro proyecto más importante en un futuro cercano».