El Presidente de Porsche AG ha conseguido superar el 2020 con nota y contra todo pronóstico gracias a la reacción visionaria ya en el inicio de la pandemia, tanto que han presentado récord de facturación (28.700 millones de euros) mientras el resto del sector sufre. Y sigue porque el plan es tan novedoso como tecnológico y anuncia objetivo de huella de carbono neutra para 2030 para lo que transformará el clásico motor Porsche en híbrido, full eléctrico y desarrollará e-fuel. Hablamos con el genio que en pleno confinamiento sacó adelante a Porsche con sus tres pilares: trabajo en equipo, pasión y carreras.
Oliver Blume (Brunswick, 6 de junio de 1968) no puede evitar la expresión de su cara que destila alivio y satisfacción a partes iguales después de superar con nota el año más difícil para Porsche. Una pandemia que dejó seis meses cerradas sus fábricas y otros tantos sus concesionarios con la amenaza evidente sobre la mesa de que nadie iba a invertir en un producto de lujo o iba querer conducir entre las restricciones mundiales. Y a veces, la realidad se equivoca porque al presentar sus récord de facturación mientras el resto del sector, premium o no nada con el agua al cuello, Porsche evidencia y materializa una verdad paralela ante el inmovilismo global, da un paso adelante, explica su nuevo rumbo tecnológico y descubre la clave de su éxito. En su primera entrevista después de presentar resultados Blume da a Forbes la clave cual gurú vitalista: Ante el miedo, valentía y coraje.
Oliver Blume: “Hay muchos factores detrás de este éxito. Y nuestra reacción en fase de crisis fue clave, reaccionamos desde el primer momento. Desde que salió el tema en China nos reunimos cada día con todos los responsable para decidir en la parte de finanzas, de costes y de acciones.
Estamos funcionando bien, la empresa es muy ágil y al final hemos salido de esta situación. No teníamos una ventaja frente a otros. Hemos estado cerrados en cuanto a fabricación seis semanas, los concesionarios igual, seis semanas, y hemos perdido mucho, pero hemos sido capaces de reaccionar. Lo más importante es que tenemos una gama de productos nueva, innovadora en la que hemos invertido mucho en los últimos años y estamos muy preparados para este mercado”.
¿Es Porsche una marca de crisis?
“Nuestra previsión antes del coronavirus era de un crecimiento del 10% y al final ha salido un resultado bastante bueno. Porsche es una empresa de crisis por nuestro punto de break even que todavía está muy bajo y estaba aún más bajo, por eso era tan resistente. Trabajamos en equipo y sabemos luchar, tenemos pasión y emoción para luchar por la marca”.
Blume habla con el brazalete de capitán en el brazo más que con la vara en la mano. Su marca no ha tenido que ajustarse el cinturón y no ha echado a ninguno de sus 36.000 empleados, sólo ha optimizado los procesos. Y no estira su corbata para justificarse, de hecho no lleva sobre su camisa blanca, más acorde con el espíritu deportivo, con la pasión a la que ha recurrido el cliente. Sin correr, competir, vivir, no hay nada y por eso Porsche ha vendido.
“El Motorsport es lo más importante para Porsche. Todo lo que estamos desarrollando en la pista de carreras lo transformamos a nuestros coches de serie y por eso hemos decidido en diciembre desarrollar un prototipo para el IMSA en Road América para demostrar que somos capaces de ganar en Daytona, Sebring y en las carreras de larga distancia, de resistencia, que en principio son las carreras de Porsche, y que es una prueba muy fuerte para nuestros coches”.
Falta la máxima categoría de la competición del motor ¿Qué opciones hay de entrar en F1?
“Junto al grupo Volkswagen estamos investigando lo que significaría entrar en la F1. La competición está trabajando en nuevas reglas para 2025 y nos han preguntado sobre nuestra opinión, pero no hay nada decidido si entra Volkswagen, Audi o Porsche. Veremos qué es lo que pasa, depende mucho de la reglamentación. Porsche se va a concentrar de momento en las carreras de larga distancia, GT y Fórmula Eléctrica”.
Han presentado una nueva insignia, el nuevo histórico 911 GT3 y tuvo la oportunidad de exprimirlo. ¿Qué sintió al probarlo?
“El GT3 es una bomba, aún mucho mejor que el antiguo, hemos conseguido un tiempo récord en el Nurburgring por debajo de siete minutos. Es increíble, conducir el coche… Sentí el coche mucho más confortable y mucho más rápido. El 911 tiene mucha importancia para nosotros, es nuestro icono”.
Porsche ha transformado a sus clientes y ahora tenemos un Porsche eléctrico, pero ¿Veremos un 911 eléctrico?
“El concepto no nos permite ir a un 100% eléctrico. Al tener el motor en la parte trasera, el peso está ahí y no nos funciona. Y por eso hemos hablado de los combustible e-fuels y los híbridos, no al estilo del Cayenne o el Panamera con grandes distancias eléctricas, más al estilo híbrido deportivo que conocemos del motorsport como el 919 ganador de las 24 h. de Le Mans. Estamos aplicando muchos conocimiento al producto y va a ser uno de los coches más fuertes de la historia combinando las ventajas del eléctrico y el combustible. Ya será para la próxima generación, para los próximos cinco años”.
¿Cuáles serán entonces los modelos que cambien en Porsche y hacía dónde va el diseño?
“Nuestra idea es añadir en cada gama de producto un eléctrico más e ir paso a paso. Es lo que estamos haciendo ahora con el Macan, y esa es la idea de futuro para el Cayenne, calculando y asumiendo todo. Al final de la década, para el año 2030, vamos a conseguir un porcentaje por encima del 80% de modelos electrificados, el resto será como el nuevo 911 con el que vamos a seguir, lo más posible, con un motor de combustión. Esta estrategia nos ayuda a bajar las emisiones de CO2 a cero a partir de ese año, de 2030. Es una parte de esa estrategia y también neutralizar el consumo de CO2 y por eso invertimos para aumentar las energías sostenibles. Esto es muy importante y no es sólo añadir coches eléctricos, hay que añadir energía sostenible y por eso colaboramos con empresas de energía a nivel mundial”.
El objetivo de Porsche es ser neutral en emisiones de CO2 al final de la década. De los híbridos a los full eléctricos sin acabar con el espíritu de su motor. ¿Qué solución proponen?
“Para eso el tener una estrategia muy clara con los eléctricos. Estamos investigando para ver qué opciones hay con los coches con motor de combustible, para esos los e-fuels de desarrollo científico son una opción tecnológica válida. Hemos hecho un montón de pruebas y hemos reducido el CO2 en más del 90% al conducir estos coches con estos motores con e-fuel. Por eso estamos invirtiendo en el sur de Chile, en Patagona, con la empresa Siemens, para producir esta combinación entre hidrógeno y carbón para producir metano verde y al final utilizarlo como combustible. Es algo necesario y da un ejemplo a la industria de que funcionan con estos combustibles, como por ejemplo ocurre en el motorsport, en centros de experiencia de Porsche, en testing con nuestros coches, en el primer uso en nuestra fábrica etc. Por eso, junto a la electrificación en el futuro tiene sentido para todos nuestros coches existentes porque no tienes que cambiar el motor y funciona, a partir del año que viene estaremos preparados”.
¿El siguiente paso sería el Macan 100% eléctrico?
“Hay que adaptarse, pero en dos años es real que llegue el Macan. De momento vamos a seguir con el Macan existente, hasta 2025-2026 con combustible y llegaremos con el eléctrico. Será una fase paralela y para eso necesitas esta flexibilidad, y es la misma idea que tenemos para otros segmentos, siempre en paralelo como el Cayenne hibrido y en un futuro el eléctrico. Creemos que es necesario tener esta seguridad y esta flexibilidad, al menos en los próximos 10 años”.
¿Cuál es el nuevo camino que tomará Porsche respecto a otras marcas del grupo como Bugatti?
“Veremos la oportunidad de conectar Porsche y Bugatti pero todavía no hemos tomado una decisión. Hay un montón de temas legales que hay que solucionar y por eso somos conscientes de que no podremos tomar una decisión hasta mitad de año. Estamos trabajando mucho para dar a Bugatti un futuro que depende de algunas condiciones que todavía se tienen que elaborar y en algunos meses presentaremos una solución sea como sea”.
Blume se despide en perfecto castellano para seguir con su agenda y explicar en cada zona del globo los impactantes resultados sin quitarle ojo al empuje de China, un país donde no estaban presentes en el 2000, quince años después eran la marca número 1 y ahora son el país donde más unidades han vendido con 88.968 coches y una subida del 3% y será el mercado que marque la pauta.