El sector financiero español lleva años inmerso en una de las mayores transformaciones de su historia. La oleada de relevantes fusiones, la entrada de disruptivos players o la rápida evolución del perfil del cliente, son algunos factores que están erosionando el mapa bancario, a la vez que se redefine el término de confianza en la banca.
En este complejo escenario, marcado ahora además por los efectos de la pandemia, se ha evaporado la idea de que confianza es sinónimo de tradicionalidad, presencialidad o mera rentabilidad. Por esa razón, los grandes bancos, pese a su notable peso financiero, han dejado de presidir los niveles de confianza en el sector y han dejado paso a nuevos actores.
La confianza en los bancos se basa en cuatro parámetros. El primero, es la firme apuesta de poner al cliente en el epicentro del negocio. Las entidades que más confianza generan son aquellas que mejor saben adaptase a las necesidades del cliente. Esta adaptación requiere personalización, escucha y responsabilidad. Requisitos esenciales que en el caso particular de los emprendedores y autónomos es algo más que una obligación.
Un banco será hoy confiable en la media en que entienda la digitalización como una vía para prestar un servicio más ágil, dinámico y seguro. Algunos bancos tradicionales han interpretado erróneamente que la tecnología es un fin y no un medio. Por eso, en la mayoría de los casos, la banca tradicional no logra obtener los resultados esperados, a pesar de crear nuevos departamentos y productos aparentemente innovadores. Por una cuestión operativa y cultural, está más limitada en la incorporación de la digitalización.
En la confianza que otorga el cliente interviene también la rapidez e inmediatez. Es una de las variables que más valoran los usuarios, sobre todo, los más jóvenes. Las fintech, a mi juicio, están mejor capacitadas que las compañías con más recorrido para facilitar procesos de creación de empresas, acortando plazos y simplificando procesos complejos.
En la era de la información, una de las claves que demandan los clientes de un banco es lógicamente la transparencia. El usuario quiere tener el control de sus operaciones en tiempo real y sin letras pequeñas. Un reto mayúsculo cuyo planteamiento preocupa a los bancos tradicionales mientras que los nuevos ya perciben resultados evidentes.
En Qonto -primer neobanco dirigido a empresas, startups y autónomos españoles- trabajamos con el firme propósito de trasladar confianza a nuestros clientes y seguir consolidándonos como la alternativa fiable a la banca tradicional. Nuestra hoja de ruta, en este sentido, se centra en potenciar día a día esos cuatro pilares sobre los que consideramos que hoy, claramente, se basa la confianza hacia las instituciones financieras.
Las PYMES, autónomos y emprendedores son colectivos profesionales enormemente perjudicados en España, desde el punto de vista económico y regulatorio. Las organizaciones que los representan reconocen no sentirse escuchadas por los gobiernos y especialmente ahora, con la coyuntura marcada por el impacto del COVID-19. Consciente de ello, Qonto se presenta como el mejor aliado financiero para estos colectivos, proporcionándoles soluciones personalizadas, coherentes y responsables. Ellos son la razón de ser de nuestra compañía.
A diferencia de los bancos tradicionales, los neobancos no entendemos la tecnología como una simple vía para adaptarse a nuevos retos. La tecnología forma parte del ADN de la compañía y de su cultura. Es el medio, en constante movimiento, por el cual se logran los resultados que nos marcamos. La alta seguridad financiera, la agilidad en la comunicación, la inmediatez en operaciones complejas o la fidelización de perfiles más jóvenes son rasgos reconocidos gracias a su ecosistema digital, del que difícilmente podrán formar parte las entidades tradicionales.
Una de las claves que más valoran nuestros clientes es la transparencia. Facilitar un control exhaustivo tanto de las finanzas del usuario, poniendo a disposición toda la información necesaria, como en el cobro del servicio. Nuestra fórmula de ofrecer todos los servicios de pago de una cuota fija es más transparente y comprensible que la que ofrecen los bancos tradicionales, basada en la apertura de una cuenta autodenominada gratuita, al tiempo que se cobran servicios de forma oculta y, muchas veces, incomprensible.
Las fintech han logrado reconfigurar el tablero financiero español, en términos económicos, reputacionales y de confianza. No es casual que la preocupación de los españoles por los bancos, según el CIS, haya ido descendiendo gradualmente desde 2015 hasta hoy; periodo en el que han ido apareciendo nuevos actores en el sector bancario con una estrategia centrada en la experiencia y los servicios de valor añadido para el usuario.
Carles Marcos i Guàrdia, Country Manager de Qonto en España.
Graduado en Administración y Dirección de Empresas por ESADE, comenzó su trayectoria laboral en consultoría estratégica en el sector de la automoción y de la banca. Se unió a Qonto en abril de 2019.