Tudor conmemora el 50 aniversario de sus cronógrafos con el lanzamiento del modelo Black Bay Chrono en acero con una caja reinterpretada y dos esferas con subcontadores en contraste, al más puro estilo de los cronógrafos deportivos.
Desde la presentación en 1970 del modelo Oysterdate, su primer cronógrafo, TUDOR siempre ha fabricado relojes estrechamente vinculados con el mundo de los deportes de motor. Asimismo, desde 1954, TUDOR ha mejorado de forma constante sus relojes de submarinismo profesionales. El modelo Black Bay Chrono combina ambas tradiciones en un cronógrafo deportivo perfecto para los más puristas, con subcontadores en contraste y Calibre de Manufactura automático, una rueda de pilares y un embrague vertical de alto rendimiento.
Fiel a la estética del Black Bay, este modelo adopta como suyas las populares agujas «Snowflake», un distintivo de los relojes de submarinismo de la marca desde 1969.
La esfera, disponible en versión negro mate u opalina, incorpora dos subcontadores huecos con contraste de color (negro mate u opalina respectivamente), para una legibilidad óptima. Presenta un acabado redondeado.
Este reloj, inspirado en la primera generación de cronógrafos TUDOR, incluye un contador de 45 minutos y una ventanilla para la fecha situada a las 6 horas.
Además, se conservan las características típicas del Black Bay en una caja de acero inoxidable de 41 mm de diámetro, perfeccionada mediante un sutil corte en la parte inferior del cristal de zafiro y la recolocación del movimiento. El diseño de los pulsadores de acero inoxidable se ha basado en la primera generación de cronógrafos TUDOR. Un bisel fijo de acero inoxidable con una pieza negra de aluminio anodizado y una escala taquimétrica completan el exquisito aspecto de este nuevo cronógrafo deportivo.
La nueva edición de este modelo tiene tres diseños de brazalete para elegir: tejido de Jacquard negra, correa de cuero envejecido negro o brazalete de acero con remaches.
¿Oro o plata?
La firma también ha presentado dos nuevas y atrevidas versiones de su modelo Black Bay Fifty-Eight, una en oro amarillo de 18 quilates y otra en plata 925, ambas con fondo abierto.
El nombre de ambos modelos proviene del metal precioso de su caja, pero también de 1958, año en el que se presentó el primer reloj de submarinismo TUDOR hermético hasta una profundidad de 200 metros: el «Big Crown» o referencia 7924.
Entre otros guiños estéticos al histórico reloj, este modelo presenta una caja de 39 mm de diámetro para mantener las proporciones típicas de la década de 1950.
El Black Bay Fifty-Eight 18K y el Black Bay Fifty-Eight 925, perfectos para las muñecas finas, para los amantes de los relojes más compactos y, por supuesto, para los entusiastas de lo vintage, también son los primeros relojes de submarinismo TUDOR fabricados con oro amarillo de 18 quilates y en plata, respectivamente, que se presentan con un fondo abierto.