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Cómo utilizar la empatía cognitiva para ser un mejor líder empresarial

En un contexto de repliegue del compromiso corporativo, presión sobre los consumidores y auge de la inteligencia artificial, los líderes empresariales necesitan nuevas herramientas para conectar con empleados, mercados y comunidades.

Dado el marcado cambio de rumbo desde la Administración Trump, resulta evidente que las cuestiones sociales relacionadas con la identidad —raza, género, etnia, orientación sexual y discapacidad— han dejado de ser una prioridad política en Estados Unidos. Y este giro también se ha trasladado al ámbito empresarial.

Gravity Research ha cuantificado hasta qué punto ha disminuido la atención de las empresas a estos asuntos. Los datos de 2025 muestran un repliegue significativo en varias áreas clave del compromiso corporativo.

El estudio, elaborado a partir del análisis de 12.894 acciones e iniciativas corporativas en 771 empresas —recogidas en webs corporativas, perfiles de LinkedIn y cobertura en medios locales entre el 1 de enero de 2024 y el 31 de octubre de 2025—, revela la mayor caída registrada en el compromiso con las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). La implicación en estas cuestiones se redujo un 81% en el último año.

El activismo climático y de sostenibilidad también descendió un 51%, según el informe, aunque los comunicados empresariales siguen señalando estos ámbitos como prioridades estratégicas.

El estudio no identifica una causa única para este repliegue, pero Gravity Research apunta a que casi la mitad de los responsables de comunicación corporativa citan las «fracturas políticas en Estados Unidos» como la principal influencia en su estrategia este año. Las prioridades de la Administración Trump —y su forma poco convencional de señalar y amenazar públicamente a empresas— parecen haber tenido un impacto desproporcionado.

Esto también ayuda a explicar por qué las compañías se han desplazado hacia formas de implicación más discretas, reduciendo de forma drástica los posicionamientos públicos, las políticas corporativas visibles y los patrocinios de eventos, todos ellos con descensos superiores al 60%, así como las donaciones y subvenciones, que cayeron alrededor de un tercio en 2025.

Hay, sin embargo, un ámbito en el que el compromiso corporativo sí ha aumentado: la inteligencia artificial y la seguridad tecnológica. El estudio muestra que la implicación en torno a la IA creció un 86% este año, con un 403% más de menciones relacionadas con líneas de producto y casos de éxito.

El informe de Gravity Research se publicó a comienzos de este mes, antes de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que, en la práctica, permite litigios federales contra la regulación estatal de la IA. Por ello, no está claro si este seguirá considerándose un terreno «seguro» para la implicación empresarial en 2026.

De cara al próximo año, Gravity Research prevé que las compañías se centren en áreas de menor riesgo, previsiblemente en sus comunidades locales, un tipo de compromiso que podría resultar más necesario que nunca a medida que los problemas de asequibilidad persisten en todo el país.

Independientemente del enfoque que adopten las empresas, existen comportamientos y niveles de conciencia social que ayudan a los líderes a tener éxito. La empatía cognitiva —la capacidad de comprender por qué las personas sienten y actúan como lo hacen— se ha convertido en una cualidad de liderazgo cada vez más relevante. He hablado con Christine Barton, responsable para Norteamérica de la práctica de asesoramiento a CEO de Boston Consulting Group, sobre cómo los directivos pueden utilizarla para conectar mejor con sus empleados. Un extracto de nuestra conversación aparece más adelante en este boletín.

Mientras tanto, en plena temporada de compras navideñas, muchos estadounidenses ya sienten la presión financiera que suele llegar en enero con las facturas de las tarjetas de crédito. Una encuesta reciente de AP-NORC revela que más de la mitad de los estadounidenses tiene dificultades para permitirse los regalos que quiere hacer.

Casi dos tercios de quienes ganan menos de 50.000 dólares al año perciben esta situación, y cerca de dos de cada cinco personas con ingresos superiores a 100.000 dólares también están de acuerdo. Casi la mitad afirma que este año compra menos artículos no esenciales, mientras que el 87% considera que los alimentos son más caros, y el 69% y el 63% opinan lo mismo de la electricidad y los regalos, respectivamente.

Pese a estos datos, el presidente Donald Trump insiste en que no existe una crisis de asequibilidad, a pesar de que su índice de aprobación económica acaba de caer a un mínimo histórico del 31%. El colaborador sénior de Forbes Howard Gleckman analiza algunas de las implicaciones de las políticas de Trump, incluidos los aranceles a China y el endurecimiento de la política migratoria.

En un tono más positivo, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal votó la semana pasada a favor de reducir los tipos de interés en un cuarto de punto, situándolos entre el 3,5% y el 3,75%. El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló que la institución se encuentra dentro de un rango «plausible de neutralidad» y que esperará a ver cómo evoluciona la economía antes de aplicar nuevas bajadas.

La próxima reunión de política monetaria se celebrará en enero, y el colaborador sénior de Forbes Simon Moore apunta a que podrían entrar en juego dinámicas internas, en un contexto en el que Trump ha reiterado su deseo de sustituir a Powell por alguien más alineado con su visión económica.

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