Treinta años después de su inauguración, PortAventura World se ha convertido en uno de los principales polos económicos de Cataluña. Así lo confirma un estudio elaborado por PwC y presentado ayer en la sede de Foment del Treball en Barcelona, que cuantifica por primera vez el alcance real de su actividad. Según el documento, el resort ha aportado más de 17.200 millones de euros al PIB catalán desde 1995 y ha invertido 1.800 millones de euros en su desarrollo, situándose como un agente económico de referencia en el ámbito turístico y empresarial cuya presencia, según el informe, ha tenido efectos estructurales en el territorio y en el mercado laboral.
Más de 600 millones anuales de impacto económico
Las cifras reflejan que la actividad del complejo —incluyendo la directa, indirecta, inducida y la asociada al gasto de los visitantes— ha generado cerca de 18.000 millones de euros en contribución al PIB desde su apertura. Traducido a ritmo anual, supone unos 600 millones cada año. La mayor parte, el 92%, permanece en la provincia de Tarragona, donde el resort se ha integrado como un pilar económico.
Este arraigo territorial se explica también por su influencia en la estructura turística de la zona. Con un calendario de apertura de 307 días al año y más de 109 millones de visitantes acumulados, PortAventura ha contribuido a reducir la estacionalidad y a mantener activa la economía local más allá de los meses tradicionalmente fuertes del verano.
Más de 10.400 puestos de trabajo al año
El estudio de PwC sitúa el impacto laboral del resort en 10.439 empleos equivalentes a tiempo completo al año. La cifra incluye puestos directos e indirectos y, de ellos, el 91% se concentran en Tarragona. En paralelo, la actividad asociada al complejo ha generado más de 4.370 millones de euros en ingresos fiscales en las últimas tres décadas.
Sectores como el hotelero, la restauración o los servicios complementarios han experimentado un impulso constante vinculado a la presencia del parque. El desarrollo de infraestructuras como la ampliación del aeropuerto de Reus o la actualización de la estación Salou-PortAventura refuerzan también la idea de un impacto que trasciende el recinto y se proyecta sobre el territorio.
Compromisos sociales y ambientales
Aunque el peso económico es el elemento central del análisis, el estudio incorpora también la actividad social y ambiental desarrollada en torno al resort. A través de la Fundación PortAventura, más de 118.000 menores en situación vulnerable han participado en programas de acceso al ocio. El proyecto Dreams Village, por su parte, ha ofrecido estancias adaptadas y apoyo emocional a más de 1.000 familias con menores afectados por enfermedades graves.
En el ámbito ambiental, el complejo opera casi íntegramente con energía renovable desde 2016. Su planta fotovoltaica, PortAventura Solar, genera más de 15 GWh anuales y evita la emisión de 6.000 toneladas de CO₂ cada año. También ha reutilizado 7,4 millones de metros cúbicos de agua regenerada —el 28% de su consumo— y ha obtenido la certificación AENOR Residuo Cero.
