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Las 10 curiosidades más divertidas de la lista Forbes de los españoles más ricos 2025

Los millones impresionan, sí, pero las historias que los acompañan son las que realmente explican por qué estas fortunas siguen fascinando año tras año.

Cada año, Forbes España lanza su tradicional lista de los 100 españoles más ricos. Y cada año, el país entero hace lo mismo: buscar su apellido, repetir la clásica frase: «Ah, este año tampoco lo he conseguido por muy poco». Pero lo que sí está es una radiografía fascinante del capitalismo en patria. Porque si algo demuestra la edición 2025 es que la riqueza en España tiene sus propias reglas del juego: canta, hereda, invierte… o reza.

Aquí van las 10 curiosidades más divertidas y más reveladoras de esta edición

1. Julio Iglesias, el cantante que desafía al IBEX

Sí, entre tanto empresario, heredero y financiero, aparece él: Julio Iglesias, el crooner inmortal, el mito de la camisa abierta y el contrato inmobiliario cerrado. Ocupa el puesto #81, con una fortuna estimada de 630 millones de euros (eso sí, 120 millones menos que el año pasado). Mientras otros pierden dinero en bolsa, Julio lo pierde en atardeceres de Miami. Aun así, es el único artista de toda la lista. Ni Rosalía, ni Alejandro Sanz, ni futbolistas de marketing global. Solo Julio. Entre tantos números, matemáticas, símbolos del euro y personas que mueven la economía del país, nos gusta empezar por él, a quien más que como una persona percibimos como un estado de ánimo. Spain is different.

2. Ni un deportista en el top 100

En un país que respira fútbol y celebra Champions como fiestas nacionales, es curioso: ni un solo deportista entra entre los 100 más ricos. Ni Piqué con sus startups, ni Nadal con su academia, ni Sergio Ramos con sus canciones. Nada.

La moraleja: ganar un mundial en España no te asegura un lugar en la lista Forbes.

3. Amancio Ortega sigue jugando en otra liga

La comparación que podemos hacer es que Amancio Ortega es como Cristiano Ronaldo en el mundo de los negocios. El hombre que podría comprarse medio país mantiene el primer puesto con una fortuna estimada en más de 81.000 millones de euros.

Y lo más irónico: lo hace sin discursos, sin redes sociales, sin jets llenos de champán. Ortega no habla; invierte. Y su cartera inmobiliaria global sigue dándole un baño de rentabilidad al resto. Un ejemplo para las nuevas generaciones: cabeza baja y a pedalear, sin demasiadas declaraciones egocéntricas, Amancio Ortega no habla, actúa; o mejor dicho… cuenta el dinero.

4. Sandra Ortega, la heredera que juega en serio

Mientras algunos hijos de millonarios viven en la sección “Lifestyle”, Sandra Ortega, hija de Amancio, se mantiene en el puesto #2 con más de 10.000 millones de euros. No concede entrevistas, no busca titulares, y probablemente sea la persona más rica de España que podrías cruzarte en un supermercado sin darte cuenta. De tal padre, tal hija. La educación siberiana habrá servido, claramente, para crear una persona que, sin muchos rodeos, hace girar, junto con su padre, toda la economía de un país.

5. La familia Roig, los reyes del carrito de la compra

Juan Roig (Mercadona) sigue siendo el héroe silencioso del supermercado. Su fortuna supera los 3.900 millones de euros, y lo mejor: gran parte viene de venderle al país lo que más consume… comida. Es el capitalismo con aroma y sabor.

6. José Elías: una versión totalmente mediterránea de Elon Musk

De ingeniero a multimillonario, José Elías Navarro (Audax Renovables, La Sirena, Ezentis…)

Su fortuna ronda los 650 millones, aunque este año ha perdido unos cuantos cientos. Eso sí: sigue dando titulares, comprando compañías y de vez en cuando soltando frases virales. Su lema es pura verdad: Soy lo que tu empresa necesita.

7. Los que heredan… y saben hacerlo

España sigue siendo tierra de grandes sagas empresariales. Más de un tercio de los nombres de la lista pertenecen a familias que han sabido mantener, diversificar y modernizar legados creados hace décadas. Los March, los Entrecanales, los Del Pino o los Andik son ejemplos de continuidad y gestión inteligente: empresas que han pasado de generación en generación, adaptándose a nuevos tiempos sin perder su esencia. Si estás a punto de nacer y te encuentras en España, espera encontrar uno de estos apellidos en tu documento de identidad. Más que una cuestión de herencia, es una lección de estrategia a largo plazo: transformar la tradición en modernidad y seguir liderando mercados globales.

8. Los millonarios también cumplen años (y bien)

De las 100 personas que aparecen en la lista, casi un tercio son octogenarios. Sí, los verdaderos veteranos del capital. Lejos de jubilarse, muchos de ellos siguen al mando de sus imperios con la energía de un emprendedor de 30. En un país donde la jubilación llega a los 67, ellos demuestran que la riqueza no entiende de edad… ni de descanso.
Quizá el secreto no esté en invertir en bolsa, sino en invertir en longevidad.

9. Galicia, el nuevo Silicon Valley del patrimonio

La gran revelación del año no está en Madrid ni en Barcelona, sino en Galicia, tierra de mar, lluvia… y millonarios. La comunidad reúne 7 grandes fortunas que concentran 129.850 millones de euros, lo que la convierte en la región con la mayor riqueza media individual del país: 18.550 millones por persona. No es mal promedio, teniendo en cuenta que allí el viento sopla más que el Ibex. Quizá el secreto gallego de la riqueza no sea el pulpo ni el albariño, sino la paciencia para invertir como quien espera la marea: sin prisa, pero con resultado. Galicia, tierra de lluvia… llueven millones.

10. El club de los 500 millones

Para cerrar la lista hay que tener al menos medio millardo de euros. Antes se decía “millonario” con orgullo; ahora es casi un insulto de clase media. En 2025, el auténtico lujo es pertenecer a ese pequeño club de tres dígitos en millones. Y lo más gracioso: la distancia entre el puesto 100 y el 1 no es un escalón, es una cordillera.

Tomarse esta lista demasiado en serio sería un error; hacerlo con ironía, casi una obligación. Porque más allá de los millones, lo que revela cada edición es cómo evoluciona el talento, la ambición y la forma en que el país entiende el éxito. Así que sí, celebremos estas fortunas… pero con una sonrisa.

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