Algo más de tres años después del lanzamiento del reloj MoonSwatch, en marzo de 2022, han quedado contestadas algunas de las preguntas que surgieron a su alrededor, como la que apuntaba a que si aquella jugada de proponer una versión divertida y asequible del clásico Speedmaster Moonwatch de Omega (cuyo precio parte de 7.300 euros) podría revertir el declive financiero de Swatch sin perjudicar a la marca Omega, ambas implicadas en el proyecto. Hoy sabemos que ha revitalizado a las dos, y que este año seguirá aportando cifras suculentas al grupo Swatch, el paraguas de estas enseñas. Si bien, aunque se fabrican millones de MoonSwatch al año, el precio de unos 300 euros de media de cada reloj deja un margen mucho menor que el del Speedmaster. Puede que el suflé esté bajando, pero esta alianza continúa siendo popular y ofreciendo un producto deseable, como el que sale a la venta el próximo 9 de agosto (y solo ese día), que a priori se antoja otro imán para coleccionistas y generador de nuevos entusiastas relojeros.
La novedad en la línea que ha revolucionado la industria relojera se llama Mission to EarthPhase Moonshine Gold, y vuelve a emplear el oro Moonshine de Omega que ya se aplicó a la familia MoonSwatch Mission to Moonshine Gold de 2023, una variante del MoonSwatch formada por 11 ejemplares cuya aguja trotadora del cronógrafo (la de los segundos) estaba fabricada con esta aleación de oro amarillo de 18 quilates que aporta un tono más pálido que el del oro amarillo tradicional de 18 quilates. Por eso, el precio del reloj es mayor que los 275 euros que cuestan la mayoría: asciende a 385 euros.

En Swatch esperan que se generen colas para obtenerlo, pues solo se comercializará el próximo 9 de agosto, en establecimientos seleccionados de la marca en todo el mundo (en España: Calle Serrano de Madrid, Paseo de Gracia de Barcelona, Calle Colón de Valencia, San Sebastián, Sevilla y Marbella). Como suele ser habitual, únicamente se pondrá a disposición de los clientes una unidad por persona y tienda, y no han transcendido cuántas piezas se enviarán a cada local.
Muchos de los códigos estéticos del Speedmaster Moonwatch se condensan en el MoonSwatch más reciente. Por supuesto, se trata de un cronógrafo, aunque solo indique los segundos esta vez; sus índices y agujas se han revestido con material luminiscente y está dotado de una escala taquimétrica para medir la velocidad media sobre una distancia dada. También aglutina elementos que hemos visto en los MoonSwatch de cuarzo de 42 mm de diámetro con caja de Bioceramic en los últimos meses. Uno de ellos es la doble indicación de fases lunares y terrestres, que lucía el Mission to EarthPhase que salió el año pasado. Muestra a la Tierra vista desde la Luna, a las 10 h, y debajo, el perro Snoopy con su mejor amigo, el pájaro amarillo Woodstock, contemplando el espectáculo.
A las 2 h refulgen dos lunas en oro Moonshine. Una de ellas aparece envuelta en una red, pues hace referencia a la luna llena del 9 de agosto, la del esturión, llamada así originalmente por las tribus de pescadores de este pez que se coge más fácilmente en agosto. La otra está diseñada al “estilo Snoopy”, la mascota desde los años 60 de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio del gobierno estadounidense (NASA), y casi también de Omega. Porque su Speedmaster Moonwatch original fue elegido por la NASA en 1964 para que lo portaran los astronautas de sus futuras misiones (de hecho, es el primer reloj que alcanzó la Luna). Como se impuso a otras firmas relojeras en el concurso de la agencia, en el nuevo MoonSwatch se ha escrito la frase “I beat everybody…” (“Vencí a todos” en inglés), que solo se lee bajo la luz ultravioleta.

En un futuro por ahora lejano, pues al MoonSwatch le queda recorrido (hasta el pasado junio no se puso a la venta online, y solo lo hicieron cuatro versiones de las 30 existentes), los clientes podrían diseñar su propio MoonSwatch gracias a la nueva herramienta de inteligencia artificial AI-DADA de Swatch. Ésta se nutre de 40 años de historia del diseño de sus relojes y se utilizará para que los usuarios se sientan artistas ante las esferas sin que estas pierdan el ADN visual de la marca, según desveló la compañía en julio. Será este verano cuando se lance este proyecto de personalización de relojes, pero aún no le ha llegado el turno a los MoonSwatch. Nick Hayek, consejero delegado de Swatch, ha dicho que el precio [de esa personalización] oscilará entre 100 y 120 francos suizos (entre 108 y 129 euros)”.
