Todo empezó cuando el campeón de esquí de fondo, Pedro Gómez, desarrolló —en 1954— unos sacos de dormir de plumas y nylon para sus expediciones en los Alpes. El producto se convirtió en todo un éxito entre sus compañeros de aventura, lo que le llevó a diseñar nuevos modelos y registrar la marca cuatro años después. Fue en ese momento, en 1959, cuando crea el primer plumífero, el modelo Cáucaso, que era la primera prenda técnica para montaña de este tipo que se hacía en España.
La fama y la demanda de los plumas de Pedro Gómez fueron tales que no tardó mucho en poner su primera tienda en la capital. Deportes El Igloo abrió sus puertas en un pequeño local de Cuatro Caminos. Poco tiempo después tuvo que ampliarla hasta convertirse en una tienda de tres plantas por la que se dejaba ver lo mejor del montañismo español. A partir de ahí, la historia se cuenta sola. Sobre todo, la que transcurrió durante los años 90.
La música electrónica retumbaba en las paredes de los garitos más concurridos de España, y una prenda de ropa conquistaba la pista de baile: el plumas de la emblemática marca de lujo, Pedro Gómez. No fue este su único momento de éxito. Hace unos años la marca volvió a nacer con intención de quedarse y conquistar nuevos picos como el de las ventas veraniegas siendo prendas preparadas para temperaturas gélidas. El abanico ahora se ha abierto. Plumas, colecciones cápsulas de camisetas, chalecos, bañadores y complementos. Ya en otras manos, pero bajo la atenta mirada de su fundador que ayer, 23 de julio, la marca anunció del fin de una era: Pedro Gómez fallecía a sus 98 años.
«Su legado se manifiesta en cada prenda que lleva nuestro nombre, reflejando su creencia en la calidad insuperable y la durabilidad. Con sus creaciones, Pedro Gómez no solo confeccionó ropa; concibió un estilo de vida y construyó una comunidad de seguidores leales que valoran la autenticidad y la excelencia», en palabras de la marca, portavoz de la noticia. «Más allá de sus logros profesionales, Pedro Gómez será recordado por su extraordinaria generosidad y su sentido del humor. Su espíritu innovador y su liderazgo inspirador continuarán guiando el camino de Pedro Gómez Madrid, mientras honramos su memoria y perpetuamos su forma de confección artesanal».
