Richard Mille vuelve al zafiro. Y eso que este material hecho de cristales de óxido de aluminio es harto difícil de mecanizar por su dureza, solo superada por el diamante y la moissanita, otro mineral. Sin embargo, cada vez más relojeras se atreven con él, y no para fabricar únicamente los cristales que protegen las esferas, sino para elaborar cajas completas. Lo han hecho Hublot, Artya, Bell & Ross, Jacob & Co. y Zenith, entre otras.
La primera vez que Richard Mille empleó el zafiro para crear una carcasa fue en 2012, y en 2015 lo pintó de rosa para el RM 07-02 Automatic Sapphire, cuyas últimas versiones vimos en este artículo. El resultado es fascinante, como se vuelve a demostrar en esta ocasión. La transparencia del nuevo RM 75-01 Flying Tourbillon Sapphire deja al descubierto la configuración del movimiento que le da vida, y genera una pieza vistosa, muy resistente a los cambios de temperatura y a los arañazos.

Su armadura es casi una hazaña. Tripartita, está compuesta por el bisel, la carrura y el fondo, tallados y fresados a partir de bloques macizos de zafiro. «Extraer una caja de un bloque de varias decenas de kilos requiere más de 1.000 horas, con un período de rectificado ininterrumpido de 40 días. Un tercio de este tiempo se dedica al pulido, un proceso especialmente desafiante debido a las curvas y pilares característicos de las cajas de Richard Mille«, dicen en la compañía.
Si, además, pintan de color el zafiro incorporando óxidos metálicos a su estructura cristalina, la complicación aumenta, pues el material es altamente sensible al proceso de calentamiento y a la velocidad de crecimiento, a lo que hay que sumarle la dificultad de obtener una perfecta armonía cromática entre los bloques. «Si no se respetan las condiciones térmicas adecuadas, es posible que los óxidos se distribuyan de manera irregular en la estructura, lo que provocaría una distribución poco uniforme de los colores o tonos no deseados», comentan.

El nuevo RM 75-01 Flying Tourbillon Sapphire ha supuesto un reto extraordinario, y no solo estético. Su Calibre RM75-01, totalmente esqueletizado y visible desde todos los ángulos, se ha confeccionado expresamente para la caja de zafiro por primera vez, de forma que sus elementos parecen flotar dentro.
Con la platina y los puentes en titanio de grado 5 con oro y tratamiento PVD gris, el movimiento está regulado por un tourbillon volante, una virguería que la marca domina desde 2000, cuando se presentó en sociedad con el RM 001, dotado de tourbillon. En este caso es volante, como el barrilete, lo que significa que se ha suprimido el puente superior convencional para que el funcionamiento del mecanismo regulador pueda verse sin obstáculos. Y qué espectáculo, señoras.
Más detalles
RM 75-01 FLYING TOURBILLON SAPPHIRE






- Edición limitada a 15 unidades de zafiro transparente y ediciones de zafiro rosa y azul limitadas a 10 unidades cada una
- Movimiento: tourbillon volante de cuerda manual; Calibre RM75-01; 65 h de reserva de marcha aprox.
- Funciones: horas y minutos
- Caja: zafiro rosa lila, azul o transparente; 32,9 x 46,75 mm y 14,35 mm de grosor; corona engastada con diamantes; fondo de cristal de zafiro
- Esfera: esqueletizada
- Correa: caucho
- Precios (de izquierda a derecha): zafiro lila: 1,85 millones de francos suizos + IVA; zafiro azul: 1,83 millones de francos suizos + IVA; zafiro transparente: 1,65 millones de francos suizos + IVA
