Ayer, 8 de julio, en la capital mundial de la moda, Chanel presentó su colección de alta costura otoño-invierno 2025/26, una oda a la naturaleza y la libertad. En el Salon d’Honneur, transformado por el director creativo Willo Perron, la maison rindió homenaje a uno de sus pilares históricos: el número 31 de la rue Cambon, donde Coco Chanel sentó las bases de la moda moderna hace más de un siglo.
En un ambiente sobrio y elegante que recuperó el espíritu de los primeros salones de alta costura de la casa, la firma desplegó una colección que simboliza la transición y marca el cierre de una etapa, al ser la última antes de la llegada de Matthieu Blazy como nuevo director creativo.
Simplicidad, herencia y libertad de movimiento
Apostando por la simplicidad que definió a Mademoiselle Chanel, las siluetas limpias, las proporciones tomadas de la sastrería masculina —que no traicionan la feminidad— y los tejidos nobles —principalmente tweed, mohair y gasa— marcaron la propuesta. La paleta cromática, en línea con la estética de la firma, se centró en tonos naturales como el blanco, marfil, marrón, verde y negro.
Inevitablemente, los detalles artesanales volvieron a destacar en el savoir-faire de los talleres de la casa: los bordados florales, botones joya y espigas de trigo —símbolo de abundancia para Coco— aparecieron en múltiples looks, actuando como hilo conductor de la colección. Además, cobraron protagonismo las piezas en tweed bouclé con acabados que evocaban piel natural, así como combinaciones de plumas y bordados con apariencia de materiales sintéticos.
La colección se mostró en dos pases consecutivos, trasmitiendo una estética unificada con un claro enfoque en la comodidad sin renunciar al lujo. Desde los vestidos-abrigo trenzados hasta los trajes con chaquetas que recuerdan a jerséis, Chanel ha apostado esta vez por reinterpretar los clásicos con un enfoque contemporáneo.
Invitadas como las cantantes Gracie Abrams y Lorde o las actrices Marion Cotillard y Carole Bouquet puedieron disfrutar del legado de Coco Chanel, el cual sigue siendo el eje sobre el que gira la identidad de la maison, incluso cuando se está preparando para escribir su nuevo capítulo.
