Nacido en Zaragoza en 1933, Leopoldo Abadía es un profesor y escritor español conocido por sus ensayos y colaboraciones tanto en prensa como en televisión y radio. Entre sus trabajos destacan La crisis Ninja y otros misterios de la economía actual, La hora de los sensatos, ¿Qué hace una persona como tú en una crisis como esta? o El economista esperanzado, con el que ganó el XXIV Premio Espasa 2012. Gracias a ellos ha sido etiquetado como uno de los gurús económicos más reconocidos de España. Doctor en ingeniería industrial por la Escuela de Tarrasa, ha ejercido como profesor en el instituto IESE Business School de la Universidad de Navarra durante 31 años impartiendo la asignatura de Política de Empresa. Así mismo, ha sido docente de la Harvard Businnes School.
Próximamente publicará un nuevo ensayo, ‘Sonriendo bajo la crisis’ (Ed. Espasa), el decimosegundo en su carrera. ¿Qué nos desvela sobre la crisis en este libro?
El título es buenísimo, ¿eh? El enfoque inicial de libro es que en muy poco tiempo han pasado tantísimas cosas nuevas, que esto no es una crisis, sino que es otra cosa. Entonces, se me ocurrió decir que era un cambio de paradigma, pero me pareció una cursilada. Estuve pensando cómo titularlo, y un poco en broma pensé llamarlo El cambiazo. Todo esto fue anterior a lo que está pasando ahora con el coronavirus. De la noche a la mañana han pasado muchas cosas, como el relativismo, la ausencia de autoridad, la corrupción, el estado de mentira global, el respeto a lo políticamente correcto, los millennials, los valores, la demografía, la motivación familiar, etc. Y así tengo más de treinta cosas. Si todo esto ha ocurrido de la noche a la mañana, y además le añadimos el coronavirus, nos damos cuenta de que las cosas han cambiado mucho. Cuando la gente me pregunta si esta es una crisis nueva y cuándo va a acabar, les digo que nunca, porque no se trata de una crisis, sino de un cambio total. Así, que o te enteras que esto ha cambiado o estas en la época de Felipe II.
A raíz del brote de COVID-19 va a haber un antes y un después en la economía internacional, y sus primeros efectos ya se están comprobando en los desplomes de las bolsas, las inflaciones de algunos países o la caída del petróleo… ¿Cómo lo ve?
Vamos a ver… Me da la impresión de que en estos momentos se está hablando mucho de una política monetaria y de una política fiscal. Sobre política monetaria y todo esa problemática que el Banco Central Europeo ha generado al cabo del tiempo de poner dinero baratísimo, con lo cual está fabricando dinero para hinchar la economía. Y la segunda cosa que estaba haciendo era subir los intereses a los bancos en cuanto a facilidad de depósito: se trata de una hucha que tiene para que los bancos guarden el dinero un día, para ver en qué invierten, y resulta que en lugar de dejarlo un día, lo van guardando más tiempo porque allí se encuentra más tranquilo. Para que lo sacasen, les pusieron un interés negativo, que pasó del -0’4% al -0’6%. Además, están diciendo también que la política monetaria está llegando a su fin, y que son los países quienes deben hacer cosas. Por ejemplo, Alemania, que tiene superávit, pues que no se lo guarde sino que invierta, que es lo que ya empezaron a hacer el año pasado, con los alrededor de 54.000 millones de superávit, sacando un plan de inversión con temas ligados al cambio climático, prácticamente de la misma cantidad. Esto es lo que hacen los países serios, pero a los países que no tenemos superávit y que somos menos serios, nos dicen que nos habíamos comprometido a tener un déficit de 1,8% este año, pero nos dejan gastar más y endeudarnos más. El problema está en cuánto tiempo puede durar esta pandemia y qué puede pasar, porque estamos ante un enemigo desconocido si la comparamos con la anterior crisis del 2008, donde el enemigo era muy conocido, ya que eran los bancos los que habían hecho tonterías. Ahora creo que la situación aún será peor que la del 2008, porque aquélla era mucho más fácil mesurar.
Este año se cumple el décimo aniversario de su bestseller ‘La crisis ninja y otros misterios de la economía actual’. ¿Este libro le cambió la vida?
Sí, sí, y hay quien me decía que a mí la crisis me fue muy bien, y yo les respondía que sí, pero que no lo airearan mucho. Sobre todo, me cambió la vida sorprendentemente. Tengo un diccionario de voces que leo en los periódicos, que sigo actualizando y que me guardo para mí. Ahora lo estoy poniendo al día, y creo que tengo más de mil términos. Entonces se me ocurrió añadir una voz más, que era la crisis, pero en lugar de cuatro líneas, me salieron seis páginas. Era totalmente para mí, pero se lo envié a un amigo, que lo hizo circular y, de repente, aquí me tienes, siendo famoso (risas). Es lo que me dicen mis nietos…
Ha dado clases en IESE Business School de la Universidad de Navarra, que es una de las mejores escuelas de negocios del mundo. ¿Cómo entiende que las escuelas de negocios españolas gocen de una gran reputación y prestigio mundial, mientras que la enseñanza secundaria está entre las peores valoradas?
Creo que las escuelas de negocios que hay en España son muy buenas y reconocidas internacionalmente. IESE, ESADE o IE Business Schooll se encuentran entre las 25 mejores del mundo, en el ranking Executive MBA que elabora el Financial Times. En las escuelas de negocios estudiamos lo que queremos, elegimos nosotros los contenidos, y no estamos esperando, como pasa en la enseñanza en España, a que cada vez que haya un gobierno nuevo lo primero que haga sea una reforma. Yo siempre he dicho que el día que me nombren ministro de Educación, no hay peligro, porque lo primero que haré será una reforma, ya que es lo que hacen ellos. Esto desconcierta a todo el mundo y, además, deberíamos llegar a un acuerdo en temas fundamentales. Por ejemplo, en el tema de la Historia de España, recuerdo que cuando íbamos al colegio todos estudiábamos lo mismo, pero ahora se explica en Cataluña de una manera, en Aragón de otra, en Andalucía de otra… Y llega un momento en el que esos niños no saben historia.
Su blog ‘El jardín de los sensatos’ cuenta con más de cinco millones de visitas. ¿Hay muchos insensatos en la política española?
Ufff… Si te pudiera dar nombres y apellidos, no tendría suficiente con una libreta. Hay mucho insensato, y mucha gente que lo mejor que podría hacer es irse a casa, tanto en el gobierno como en la oposición. Han encontrado un chollo metiéndose en política, y ahí están, aguantando, diciendo las mayores tonterías del mundo y, además, con una absoluta falta de respeto a la verdad. Hay un tema que es muy grave, que es lo que llaman la postverdad, y que antes llamábamos mentira. Le pongo un ejemplo: un día que está lloviendo mucho, le digo que salga a la calle porque hace un sol espléndido; sales, vuelves empapado de agua, y me dice: ‘Usted me ha engañado’. Y te contesto: ‘No, no, era un hecho alternativo’. Tenemos una panda de insensatos en la política que hacen mucho daño y que, además, mienten con una gran facilidad. Esto es muy grave, porque una sociedad gobernada por personas que miente es lo peor que puede pasar.