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Estar triste cuesta dinero: la importancia de una mentalidad positiva frente a las finanzas

El pensamiento tradicional sugiere que el éxito financiero conduce a la felicidad. Sin embargo, mi investigación da la vuelta a la situación: las emociones positivas pueden, en realidad, impulsar el bienestar financiero.

Hombre pensativo mirando por la ventana GETTY

Los empresarios y profesionales suelen centrarse en las habilidades técnicas, las estrategias y las tendencias del mercado para lograr el éxito financiero. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que las emociones y la mentalidad financiera desempeñan un papel importante en la conformación del bienestar financiero. Mi estudio titulado 
Personal Emotions and Family Financial Well-Being: Applying the Broaden and Build Theory
(Emociones personales y bienestar financiero familiar: aplicación de la teoría de ampliar y desarrollar) concluyó que las emociones influyen en los ingresos y el patrimonio neto del hogar más allá de los factores tradicionales, como la educación, los ingresos o la edad.

El vínculo entre las emociones y el dinero

El pensamiento tradicional sugiere que el éxito financiero conduce a la felicidad. Sin embargo, mi investigación da la vuelta a la situación: las emociones positivas pueden, en realidad, impulsar el bienestar financiero. El estudio, basado en una muestra de 993 adultos estadounidenses, descubrió que emociones como la satisfacción y el amor influyen positivamente en los resultados financieros, mientras que las emociones negativas como la ansiedad y la soledad tienden a tener el efecto opuesto.

Esto coincide con la teoría de ampliar y desarrollar (BBT, por sus siglas en inglés) , que propone que las emociones positivas expanden las capacidades cognitivas, desarrollan habilidades y fomentan relaciones más sólidas, todo lo cual contribuye al crecimiento financiero. Por otro lado, las emociones negativas limitan el enfoque, la creatividad y pueden conducir a malas decisiones financieras.

Cómo las emociones positivas impulsan el éxito financiero

El estudio destaca tres emociones positivas clave que contribuyen al éxito financiero:

  1. Contentamiento: las personas que experimentan mayores niveles de satisfacción tienden a tener mayores ingresos y patrimonio neto. Esta emoción está vinculada a un menor materialismo y a decisiones financieras más inteligentes.
  2. Amor: sentirse amado se correlaciona con una mayor estabilidad en las relaciones, lo que puede conducir a una mejor planificación financiera y a un mejor reparto de recursos dentro de los hogares.
  3. Alegría e interés: estas emociones fomentan la curiosidad, la toma de riesgos y el crecimiento personal, todo lo cual puede traducirse en éxito empresarial y acumulación de riqueza.

Estas emociones positivas crean un ciclo de retroalimentación positiva, ya que las personas que experimentan un crecimiento en habilidades, crecimiento personal y recursos también experimentarán un impulso en las emociones positivas, lo que luego cultiva aún más éxito financiero.

El lado negativo de las emociones negativas

Así como las emociones positivas generan resiliencia financiera, las emociones negativas pueden erosionar la estabilidad financiera. El estudio concluyó que:

  • La ansiedad y la tristeza se asociaron con menores ingresos y patrimonio neto. La ansiedad y la tristeza financieras pueden llevar a conductas de evasión, malas decisiones de inversión y pensamiento a corto plazo. Cuando uno se queda atrapado en una respuesta permanente de “huida o disgusto” ante el mundo, no es capaz de concentrarse en el crecimiento o en el pensamiento a largo plazo, que son increíblemente perjudiciales para la creación de riqueza.
  • La ira y la soledad tenían una relación más compleja con las finanzas. Si bien la soledad se asoció sorprendentemente con un mayor patrimonio neto (posiblemente debido a un enfoque en la riqueza material por sobre las relaciones), la ira también se asoció con el éxito financiero, posiblemente porque actúa como motivador para mejorar las circunstancias. Sin embargo, la ira y la soledad prolongadas pueden tener efectos negativos en la estabilidad financiera y el bienestar a largo plazo.

Estas emociones negativas crean un ciclo de retroalimentación negativa, ya que las personas que intentan crónicamente protegerse de los peligros percibidos experimentarán oleadas de tristeza, ansiedad, ira y soledad a medida que retroceden, lo que luego genera más pérdidas financieras al no participar en el crecimiento personal, la construcción de relaciones o el juego creativo.

Consejos prácticos para emprendedores y profesionales

Comprender la conexión entre las emociones y el bienestar financiero puede ayudarle a tomar mejores decisiones financieras. A continuación, se indican algunas formas prácticas de aprovechar la inteligencia emocional para alcanzar el éxito financiero:

Equilibre sus relaciones y su riqueza: si bien acumular riqueza es importante, mantener relaciones personales sólidas debería ser una prioridad. Una red de apoyo puede generar mejores oportunidades financieras y bienestar general.

Cultiva emociones positivas: participa en actividades que fomenten la alegría, el amor y la satisfacción. Las relaciones personales sólidas, el ejercicio y los diarios de gratitud pueden mejorar estas emociones e influir positivamente en la toma de decisiones financieras. Una forma comprobada de potenciar todas las áreas del bienestar es llevar un diario de gratitud todos los días.

Controle la ansiedad financiera: si el estrés relacionado con el dinero le preocupa, implemente una planificación financiera estructurada. Trabajar con un asesor financiero, automatizar los ahorros y establecer objetivos financieros claros puede ayudar a mitigar las decisiones impulsadas por la ansiedad.

Utilice la ira de manera productiva: si bien la ira puede ser un motivador, es esencial canalizarla hacia una planificación financiera productiva en lugar de decisiones impulsivas.

Incorpore la mentalidad del dinero en la planificación financiera

Los resultados de este estudio sugieren que los profesionales financieros deberían tener en cuenta los factores emocionales a la hora de asesorar a sus clientes. El bienestar financiero no se trata solo de números, sino también de mentalidad, emociones y comportamiento. A medida que más asesores financieros, coaches empresariales y responsables de políticas reconozcan esta conexión, es posible que veamos un cambio hacia un enfoque más holístico de la gestión patrimonial. Incorporar la inteligencia emocional a la planificación financiera no es solo un concepto teórico, es una estrategia práctica que puede ayudar a los empresarios y profesionales a lograr un éxito financiero duradero. Al fomentar las emociones positivas y gestionar las negativas, puede construir una base financiera más sólida para usted y su familia.


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