La mujer que consiguió que en cada tienda de souvenirs de Barbados, su país natal, colgase un puñado de paraguas con su nombre en 2007, cuando nadie podía escapar de su canción Umbrella, es hoy una estrella planetaria que casi en cada aparición pública nos deleita con su colección de relojes. Tan extensa y ecléctica como ella, que cada día luce un look capilar diferente, excesiva en lo estético y cambiante como un camaleón. No hay muchas figuras tan célebres como Rihanna que reúnan tal cantidad de piezas de pulsera para medir el tiempo, casi tantas como pelucas, y por eso la idolatramos.
Robyn Rihanna Fenty es capaz de ajustarse un Happy Sport de oro blanco de Chopard con toda su superficie engastada de diamantes (fue embajadora de la línea de alta joyería de la marca en 2017) y al día siguiente promocionar las caprichosas ediciones Baby-G y Mini G-Shock (de Casio) en el vídeo de su canción Rude Boy. En un momento de la grabación llega a ponerse hasta cinco de estos ligeros relojes entrelazados. Son los divertidos Baby-G BG5602-9, G-Shock Mini GMN691-7B, Baby-G BG5601-4, Baby-G BG5601SW-7 y Baby-G BG5602-9.


Le hemos visto en la muñeca un Panthère de Cartier de cuarzo en oro amarillo mientras vestía ropa interior y un maxi tocado azulón. El reloj (que no el body de encaje) es un modelo sobrio y recurrente para el día a día que enamora a cualquiera, también a una diva valiente y poderosa como Melo Rihanna. Hay que tener en cuenta que ella se mueve entre escenarios, sesiones de fotos y restaurantes de moda, pero también en un ambiente de reuniones de negocios. Y todo lo hace con una combinación de estilo deportivo y glamuroso.
Sin duda, le atrae el oro, sobre todo el amarillo. Contamos con varios ejemplos para afirmarlo, desde un Polo de Piaget descatalogado (la referencia GOA27700, con líneas doradas pulidas que recorren el brazalete y la caja y que vimos en el videoclip del sencillo Take a Bow) a un Rolex Day-Date con la esfera champagne con el que se paseó el pasado febrero por Los Ángeles (California). Recordemos que en 2022 la barbadiense rompió Internet cuando caminaba por Harlem (Nueva York) con su novio A$AP Rocky ataviada con un Rolex King Midas de los años 60 personalizado (en la imagen de abajo, a la derecha), uno de esos relojes por los que los aficionados suspiran.




Tampoco le disgustan el oro blanco ni el rosa. Este último es el material con el que se fabricó su Patek Philippe Ref. 5908/1R, un cronógrafo flyback, y eso que Rihanna prefiere los ejemplares sencillos de tres agujas o con la fecha como única complicación. Así lo demostró de nuevo en el festival de cine de Cannes (Francia) del pasado mayo. Allí se fue de tiendas con un Royal Oak de Audemars Piguet, uno de los santos griales de la alta relojería. El suyo es automático, mide 34 mm de diámetro y se lanzó en 2024 con una esfera también rosa con un motivo de pequeños cuadrados denominado grande tapisserie. Es, que sepamos, el segundo Royal Oak de la cantante y empresaria, que también posee un Royal Oak Mini Frosted Gold Cuarzo de 23 mm de diámetro, la versión más pequeña del modelo en el catálogo actual de la marca.


No nos olvidamos de aquellos relojes que Rihanna ha llevado donde le ha dado la gana, esto es, en el tobillo y en el cuello a modo de gargantilla, dejando claro que los convencionalismos no van con ella. En ambas ocasiones ha elegido diseños de la firma joyera y relojera estadounidense Jacob & Co., de la que es buena clienta. Memorable fue el Brilliant Skeleton Northern Lights Sainless Steel Red de 72.000 dólares de la enseña (en la imagen de abajo, a la derecha) que llevó a juego con un atuendo rojo de Loewe en el espectáculo del medio tiempo de la Super Bowl de 2023, y que ha vuelto a llevar este año con un total look rojo.


En la foto inferior también se ciñe un Jacob & Co. En este caso, el reloj The Time Square Boutique Watch que un día se ajustó al tobillo. Según informó entonces un portavoz de la marca, Rihanna solicitó personalmente la creación de este producto fabricado en oro blanco con engaste de diamantes redondos y de talla esmeralda y zafiros azules. Está valorado en no menos de 400.000 dólares. Puede que el joyero de Rihanna siga sumando nuevas piezas conforme lea este artículo. Seguiremos pendientes de su muñeca porque es un espectáculo, tanto por los relojes que escoge como por la manera única en la que los combina con la ropa más loca.


