Los actores de fama mundial han encontrado un filón en el joyero de sus abuelos. Solo así se explica su querencia por los relojes diminutos, propios de otra época. Lo volvimos a comprobar la noche del pasado miércoles en el Leicester Square Odeon de Londres, en el estreno de Gladiator II (ya en cines), la secuela del inolvidable filme de Ridley Scott que ganó el Oscar a la mejor película en 2000. Paul Mescal, protagonista de la esperada cinta, es quizás el máximo exponente de esta tendencia, y allí se presentó con un Santos de Cartier pequeñito de 1963 en oro amarillo, que él aireaba con un golpe seco de brazo para que la manga de su esmoquin negro de Gucci se encogiera y pudiéramos verlo.
No todos los hombres se atreven a abrazar esta moda de piezas que menguan hasta los 31 mm de diámetro, pero sí lo han hecho los llamados early adopters o primeros usuarios de Hollywood, que son los que dictan lo que se va a llevar. Si bien el tamaño de los relojes se ha reducido en general con respecto a los que primaban en las primeras décadas de los años 2000 y no es difícil encontrar modelos masculinos de 36 mm en los catálogos de las principales marcas (como el Explorer de Rolex de 2021, que volvió al mismo diámetro con el que nació en 1953), la de los relojes mini vintage es una corriente algo extrema que muestran en las alfombras rojas intérpretes como Mescal, Chris Evans, Jacob Elordi y Timothée Chalamet.
También es cierto que algunos de ellos son embajadores de Cartier, la firma que más está azuzando esta tendencia. De hecho, la casa de joyas y relojes francesa acaba de presentar una línea Cartier Mini, que retoma hechuras más propias de los años 20 y 30 del pasado siglo. Son versiones de sus ejemplares más emblemáticos: Tank Américaine (28 x 15,2 mm), Tank Louis Cartier (24 x 16,5 mm), Tortue (26,15 x 20,9 mm), Baignoire (24,6 x 18,7 mm) y Panthère (25 x 20 mm). Y no solo están pensados para las mujeres.
Así, Paul Mescal, que suele recurrir a los archivos de Cartier para adornarse con sus creaciones remotas, ya ha lucido un pequeño Fabergé Tonneau, un modelo descatalogado de la marca (que ronda los 10.000 euros en la plataforma de compraventa online de relojes Chrono 24), en el estreno de Gladiator II en Irlanda. También el Tank Louis Cartier Mini (7.650 euros), que se lanzó el pasado abril -en la gala benéfica del Museo de la Academia de las Artes en Los Ángeles- en octubre.