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La joya del arte

Este es uno de esos sitios que hay que ver antes de que Instagram reviente la sorpresa. En pleno centro histórico de Valencia, definida por la riqueza cultural de sus contrastes y capaz de aunar su historia con una vibrante modernidad, resucitaba hace un año un palacio del siglo XVII como museo de arte contemporáneo. Es el nuevo Centro de Arte Hortensia Herrero (CAHH), perfecto cruce de caminos entre proyecto de mecenazgo, colección de arte y labor de restauración.

El CAHH abrió sus puertas hace un año, gracias al asesoramiento de Javier Molins, exhibiendo el trabajo de artistas referentes cuyas obras forman parte de colecciones de museos como el MoMA de Nueva York, la Tate de Londres o el Pompidou de París. Entre sus más de 50 autores se alzan nombres de la altura de Anish Kapoor, Georg Baselitz, Tony Cragg, Jaume Plensa o Olafur Eliasson. Algunos de ellos, incluso, han creado obras site-specific- que, por lo que sólo pueden disfrutarse entre los muros de esta joya y que sitúan Valencia en la ruta de las capitales mundiales del arte.

Y es que su casa matriz es una obra de arte en sí misma: el antiguo Palacio Valeriola, condenado al olvido y el abandono hasta que comenzaron las obras de rehabilitación hace cinco años. Fue entonces cuando salieron a la luz los vestigios los del circo romano y una calle de la antigua judería que hoy forman parte del atractivo y extenso recorrido del CAHH. En total, 3.500 m2 a lo largo de los cuales se exponen más de 100 obras de arte, también con espacios inmersivos y multimedia.

Así, gracias a la labor de Hortensia Herrero a través de su fundación, Valencia ha recuperado parte de su historia y la sigue escribiendo a base de vanguardia, empleando el arte como herramienta para construir una identidad única.