En Austin (Texas) llama la atención una mansión recién adquirida por uno de los magnates más poderosos -y controvertidos-. Se trata de Elon Musk y el inmueble en cuestión tiene 14.400 pies (unos 47.244 metros cuadrados), el ‘refugio’ que hombre más rico del mundo y partidario de campaña del expresidente Donald Trump ha establecido como sede familiar, según fuentes allegadas al empresario han desvelado esta semana.
Musk habría así afirmado que imagina a sus hijos -hasta ahora, un total de once reconocidos- y a dos de sus tres madres ocupando propiedades contiguas al inmueble que ha adquirido. De esta manera, sus hijos más pequeños podrían ser parte de la vida de los demás, y Musk podría programar tiempo para dedicar entre ellos.
Según esto, detrás de la villa hay otra mansión de seis habitaciones que Musk ayudó a comprar, según se ha confirmado que figura en los registros públicos. Así pues, el coste total de ambas propiedades fue de aproximadamente 35 millones de dólares. No obstante, cuando el magnate está en Austin suele ocupar una tercera mansión que se ubica a unos diez minutos a pie de estas dos.
En total, tres mansiones, tres madres y 11 hijos es el capital que atesora el empresario y dueño de seis empresas que está obsesionado con la disminución de la tasa de natalidad. Sin embargo, el objetivo de Musk sería el de hacer crecer estos números desde sus residencias, ya que previamente el magnate ha ofrecido su propio esperma a amigos y conocidos, incluida la ex candidata independiente a la vicepresidencia Nicole Shanahan (aunque, según un familiar, esta lo habría rechazado).
Defensor de la fertilización in vitro, Musk acusa seriamente las ansiedades existenciales que sustentan su imperio empresarial. Uno de los primeros inversores en su empresa de coches eléctricos, Tesla, por las preocupaciones sobre la dependencia de los combustibles fósiles, después fundó la empresa de cohetes SpaceX -ahora un importante contratista del gobierno- «para poder colonizar Marte para los humanos en caso de que la Tierra se volviera inhabitable» (según él mismo comentó).
Como consecuencia de lo que cree que es un inminente «colapso demográfico mundial que acabará con la humanidad», ha estado animado a sus seguidores mediante la red X a tener tantos hijos como sea posible. «Debería considerarse una emergencia nacional tener hijos», publicó Musk en junio.
Por el momento, Musk se encuentra temporalmente acampado en Pensilvania, inmerso en la campaña presidencial y gastando decenas de millones de dólares para financiar las operaciones de Trump para movilizar a la gente a votar, pero es en Texas donde Musk ha trasladado gran parte de sus operaciones comerciales y está tratando de establecer su complejo familiar junto a su ex pareja Shivon Zilis (y madre de tres de sus hijos) y su mujer actual, Justine Musk (madre de cinco).
No obstante, Musk sigue inmerso en un proceso de disputa con la artista Grimes (Claire Boucher) por la custodia sus tres hijos, en parte debido a desacuerdos sobre dónde deberían residir los niños y qué estado debería tener jurisdicción. Así, Musk atiende a las leyes de manutención infantil de Texas (que limitan los pagos mensuales), mientras que Boucher ha estado viviendo en California (que no tiene tal límite y generalmente otorga pagos de manutención más altos).
Como consecuencia, Musk ha presentado una demanda por la custodia de sus hijos en Texas, alegando que es la residencia principal y única de los niños. Ambos padres han citado las publicaciones de las redes sociales del otro para respaldar sus reclamos de residencia.