El Royal Oak Offshore ha sido siempre ese modelo de Audemars Piguet que no puede ni quiere pasar desapercibido. Vio la luz en 1993 con 42 mm de diámetro y 14,5 mm de grosor, erigiéndose como el hermano musculado y robusto del emblemático Royal Oak, y aún se agrandaron sus hechuras en los 2000, siguiendo las tendencias. Hoy, los relojes han menguado de tamaño con respecto a la media de la última década para adaptarse a más muñecas, y el Royal Oak Offshore suele mostrar 42 o 43 mm, con lo que ya no resulta gigantesco.
Cuando el diseñador Emmanuel Gueit recibió el encargo de la relojera para la que trabajaba, Audemars Piguet, de crear un ejemplar masculino para los jovenes, ideó un reloj poderoso: “En ese momento [principios de los 90], las mujeres comenzaban a comprar más y más relojes para hombres. Y pensé: se están apoderando de nuestras joyas, tenemos que hacer algo que no puedan usar. Así que amplié el Royal Oak, magnifiqué los detalles y lo hice ultraviril”, dijo Gueit.
Muchos años más tarde, Audemars Piguet presentó el Royal Oak Offshore en 37 mm, pensado para ofrecer una opción más versátil y cómoda pero manteniendo el diseño deportivo característico de la línea Offshore y sus características: bisel octogonal, pulsadores protegidos y una esfera llamada grande tappisserie, un motivo de cuadrados tridimensionales que aportan profundidad al dial. Y, a pesar de alejarse de los motivos que llevaron a los responsables de la marca a alumbrarlo, resultaba muy atractivo.
Este año, la enseña lanza otro Royal Oak Offshore Automático de 37 mm (y 12,1 mm de grosor) en oro rosa con un bisel de oro revestido de caucho gris y una esfera en tonos rodiados y marfil con grabado guilloché de motivo grande tappisserie. Su combinación de materiales y colores se antoja original. Y es el único Royal Oak Offshore de estas dimensiones en el catálogo actual de la compañía que no porta piedras preciosas en el bisel, junto con el Offshore Music Edition que debutó en 2022. Por cierto que con éste comparte una correa intercambiable de caucho con textura de efecto mosaico, que recuerda a la esfera y que puede cambiarse por otra de caucho negra con el mismo efecto para que el contraste sea mayor.
En su interior se halla el Calibre 5900, el último movimiento automático de Audemars Piguet con funciones de horas, minutos, segundos y fecha, presentado en 2022. Late a una frecuencia de 4 Hz (28.800 alternancias por hora) y otorga una reserva de marcha de 60 horas. Se ve gracias al fondo de cristal de zafiro, que revela una masa oscilante de oro rosa ennegrecido y algunas decoraciones clásicas en los componentes del movimiento, como las Côtes de Genève (cotas regulares paralelas), el cepillado vertical y el achaflanado pulido.
En el dial, los índices aplicados y las agujas de oro rosa cuentan con un revestimiento luminiscente, y además se ha ubicado una ventana de fecha a las 3 h. La pieza cuesta 47.400 euros.