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Opinión Eugenio Mallol

Los drones y los PC, dos hermanos gemelos

Alguien se ha atrevido a decir que los vehículos aéreos no tripulados son ordenadores que vuelan, más cerca del sector tecnológico que de la aviación, es el directivo de Mitsubishi Electric US, Erik Mintz.

Entre las sesiones del último Commercial UAV Expo de Las Vegas, el evento de referencia en materia de drones, llama la atención la mesa “Acelerar la viabilidad comercial y la demanda del mercado”. Aún estamos en ese punto incipiente, sí, pese a tratarse de un ámbito tecnológico que ha conseguido demostraciones deslumbrantes y que ha cambiado también, definitivamente, la forma de hacer la guerra.

Uno de los ponentes es Erik Mintz, con más de 30 años de experiencia en el sector tecnológico, director de equipos de desarrollo de software y gestión de productos en IBM y creador de una startup adquirida por la empresa de marketing online Constant Contact. Interesante combinación.

Actualmente es director de infraestructura de movilidad en Mitsubishi Electric US. Le contacto, claro. “Acabo de publicar un artículo en dos partes”, me dice desde Miami al concertar la videollamada. “Se centra en el componente tecnológico de la industria de los drones. He recibido muchos comentarios muy positivos. ¡Vale la pena leerlo!”. Y tanto.

Hace un par de años, durante la UAV Expo, pudimos conocer las historias de éxito de empresas como Wing, Matternet, DroneUp con Walmart y Amazon Prime Air. Sonaba tan impresionante el vuelo autónomo inteligente entre las casas, que podía considerarse sin duda el primer gran prodigio de la era digital.

Hoy cuesta creer que estos anuncios fueran creíbles. El sector aún no ha despegado a gran escala, salvo en los frentes de guerra y para la prestación de servicios profesionales de inspección o monitorización. Mintz tiene su propia forma de ver el asunto, con moraleja final para todos los sectores en plena transformación digital.

“Esta es definitivamente la industria más única de la historia. Se comporta de forma casi idéntica a la de los ordenadores personales, casi no se pueden distinguir”, sostiene. “Puedes verlo como un negocio de aviación, y por supuesto que lo es, pero en realidad se comporta mucho más como una industria tecnológica. Un dron es un ordenador que vuela”.

Mintz sabe de lo que habla. Consiguió su primer trabajo en IBM, a principios de los 90. En aquel momento, la compañía estaba perdiendo cuota de mercado rápidamente debido a una aplicación de software instalada en el Apple 2 llamada VisiCalc que funcionaba como una hoja de cálculo. Finalmente, “IBM se dijo: si vamos a perder el negocio del mainframe por culpa del PC, hagamos uno”.

Con el tiempo, IBM decidió publicar su diseño y éste se convirtió en el estándar. “Los estándares son excelentes porque pueden acelerar la industria. El problema es que las empresas no pueden distinguirse, la propuesta de valor es la misma y se acaba en una especie de competencia basada en precios. Así se convirtieron los PC, en gran medida, en una mercancía”.

Pero aquello sirvió para que la industria del PC despegara en las empresas como alternativa a los pesados mainframes. Y ese es el paso pendiente para los drones, según Mintz. “Regular es mucho más fácil en el lado B2B. Un tipo llamado Jon Damush, CEO de uAvionix, me dijo en Las Vegas: ‘Los drones son una forma de democratizar el vuelo’”.

La clave son los casos de uso donde los drones realmente tienen utilidad real para las empresas, desde la agricultura hasta la minería. “La viabilidad comercial fue lo que impulsó a la industria del PC y lo va a hacer con los drones. Ambos sectores se reflejan el uno en el otro. Nunca he visto nada que se comporte de manera tan idéntica”.

Mintz señala los paralelismos. Han comenzado pasando de lo grande a lo pequeño, del mainframe al PC, del avión tripulado al dron; los aficionados ayudan a comercializarlos; y actúan como una etiqueta paraguas de hardware, software y servicios. Esos tres campos tecnológicos se han ido desarrollando para ayudar al PC a hacer algo que no podía hacer de forma nativa.

“Es exactamente así en la industria de los drones”, que tiene ahora la oportunidad de crecer evitando los obstáculos históricos que tuvo que superar el PC. “Si mi teoría es correcta, podría redefinir el concepto de ‘el pasado no es un prólogo’”.

La clave es que el PC es un dispositivo de propósito muy general, horizontal. Pero el dron no lo es, porque varía según la aplicación. Un avión no tripulado creado para la agricultura probablemente sea muy diferente al de la minería. “Y esa es una de las razones por las que no creo que se vaya a commoditizar”.

El directivo de Mitshubishi está convencido de que esta nueva tecnología que tendrá un profundo impacto, “puede cambiar la distribución de los espacios de vida de la gente en el futuro”. Pero su verdadero potencial estará oculto hasta que se cree la infraestructura.

Un dron tiene que despegar, aterrizar, depositar las cosas que transporta, tiene que ser reparado, mantenido, inspeccionado, tiene que recargarse y repostar. “Hemos estado reutilizando la infraestructura existente para otras categorías, como los coches eléctricos, y los aviones no tripulados son los siguientes, serán realmente un nuevo tipo de red”.

“En Estados Unidos construimos el sistema de carreteras después de la Segunda Guerra Mundial y el desarrollo económico explotó. Lo mismo ocurrió en la industria del PC, cuando lo conectamos con las máquinas entendimos su verdadero potencial. Luego llegó internet, conectó toda esta infraestructura y el PC entró en los coches y hasta en tu reloj”.

El dinero para los drones está hoy claramente decantado hacia el lado de defensa, incluida la carrera de innovación tecnológica para contrarrestarlos. Al margen de ello, el caso de uso más potente hoy es la inspección, pero en el futuro será el delivery.

“La entrega a domicilio puede convertirse en un concepto completamente nuevo, puedo enviar algo desde mi casa a Miami, a una hora de distancia. La entrega es la única área que realmente va a ser disruptiva para un montón de modelos de negocio existentes”.

La moraleja tecnológica de toda esta conversación es la siguiente: cada vez más, nuevos componentes del mundo físico, desde el coche hasta los robots y nuestro propio hogar, funcionan como activos conectados a internet y habilitados por software. Eso acerca su modelo de negocio al del PC y a ese triple paraguas de software, hardware y servicios. ¿Los drones son aviación, tecnología o las dos desde esa perspectiva? Sigue la pista para no repetir errores.