Hacía más de seis décadas que un barco de Gran Bretaña no competía por el trofeo de la America’s Cup en el Match final. Hoy, el INEOS Britannia ha conseguido mucho más que eso, ya que ha sido coronado como el ganador de una competición muy reñida contra el enormemente experimentado Luna Rossa Prada Pirelli.
El marcador final de 7-4 no refleja lo ajustado que fue este enfrentamiento, que abarcó 11 regatas entre ambos Challengers. En las primeras ocho regatas, ambos equipos estuvieron igualados, pero en los últimos dos días de la serie, el INEOS Britannia encontró la posición y la velocidad precisas para obtener la pequeña ventaja de rendimiento necesaria, lo que le permitió ganar tres regatas consecutivas.
La regata final de hoy ha estado a la altura de una competición de una semana de duración. Barcelona brillaba bajo un intenso y otoñal sol y, a pesar de las pesimistas previsiones de los meteorólogos, que anunciaban vientos flojos, el viento de garbí (suroeste) ha aparecido media hora antes de la salida, con 12-15 nudos y mar llana, las mejores condiciones para poner a prueba la velocidad de estos impresionantes monocascos AC75 con foils.
En la salida se esperaba un espectáculo, pero el Britannia, que había entrado por el extremo de babor de la línea, ha iniciado una persecución antes de salir limpiamente a sotavento a 40 nudos. La precisión ha sido asombrosa, ya que el Britannia ha comenzado cuatro metros por detrás de la línea y a buen ritmo, y rápidamente ha encontrado una ventaja posicional que ha obligado al Luna Rossa a virar.
En un ajustado sprint hacia el margen derecho, los italianos han recuperado una eslora y, con ella, la ventaja táctica de entrar amurados a estribor. Esto ha desencadenado un agresivo duelo, en el que el Britannia ha virado inteligentemente a proa de los italianos, una auténtica declaración de intenciones.
Esa fue solo la primera de las muchas maniobras defensivas del equipo británico, que mantuvo su ventaja en todo momento, aunque nunca logró estar más que unos segundos por delante en cada baliza. Durante las empopadas, el Luna Rossa logró neutralizar de alguna manera la ventaja de velocidad del INEOS Britannia, quizás gracias a la elección de una vela de proa más grande, acercándose repetidamente a los británicos y esperando capitalizar cualquier pequeño error. A pesar de esto, el INEOS Britannia se defendió implacablemente, realizando trasluchadas tempranas alrededor de las balizas de barlovento para cubrirse y manteniendo una defensa tenaz en las ceñidas, sin permitir que el Luna Rossa lograra una ventaja o se acercara lo suficiente para atacar.
Un verano de tales condiciones de garbí ha demostrado que ir por la derecha y defenderse ha resultado bastante positivo, pero en el último tramo de ceñida Luna Rossa lo ha apostado todo a la izquierda, un movimiento que ha resultado decisivo. INEOS Britannia ha conseguido presión en el cuadrante superior derecho, ha ganado una o dos esloras y ha llegado a la última puerta de barlovento con nueve segundos de ventaja, sabiendo que estaban a menos de unas cuantas trasluchadas de la victoria.
Los italianos siguieron presionando, separándose en la última empopada y dirigiéndose hacia la derecha, mientras que el INEOS Britannia navegaba por el margen izquierdo. Al reencontrarse a mitad del recorrido, fue la última vez que los británicos permitieron tal separación, trasluchando en la línea italiana con una ventaja cercana a los 200 metros. Esa ventaja fue suficiente para navegar hacia el layline de babor, trasluchar y enfilar el barco hacia la línea de meta, asegurando una victoria histórica.
Con una diferencia final de 17 segundos, el INEOS Britannia se alzó con la Louis Vuitton Cup. Los regatistas británicos celebraron una victoria más que deseada desde hacía años. Jean Arnault, director de relojería de Louis Vuitton, subió a bordo del Britannia para entregar el brillante trofeo a Sir Ben Ainslie, antes de que el champán Moët & Chandon se descorchara y se desatara la celebración.
El propietario del equipo y presidente de INEOS, Sir Jim Ratcliffe, ha subido a bordo para levantar el trofeo y se ha situado junto a Ainslie y la tripulación en la cubierta de proa del AC75 británico antes de que fuera remolcado hasta su base en el Port Vell, donde ha recibido una calurosa bienvenida por parte de sus seguidores y del equipo de tierra que se concentraba en el muelle, mientras los superyates cercanos hacían sonar sus bocinas y los helicópteros de televisión sobrevolaban la zona.
Sir Ben Ainslie, patrón y director del equipo, ha reconocido este momento como uno de los mejores de la historia del deporte británico: «Es un gran momento para el equipo y siempre supimos que íbamos a librar una gran batalla contra Luna Rossa, así que me quito el sombrero ante ellos, han sido unos competidores increíbles. Llegar a este punto nos ha llevado 10 años de duro trabajo, así que estoy muy orgulloso del equipo.
«Tenemos una larga relación con Luna Rossa, con el Sr. Bertelli, Max (Sirena), Jimmy (Spithill), Checco (Bruni) y el resto del equipo, y hay un gran respeto. Han sido competidores increíbles y tienen una gran historia en la Copa. Estoy seguro de que este es solo un capítulo de una batalla continua entre nuestros dos equipos. Por ahora, todo lo que puedo decir es gracias por la competición».
Jimmy Spithill, timonel de estribor del Luna Rossa, ha demostrado un gran aprecio por sus competidores y orgulloso aunque dicha lucha haya acabado en derrota: «Solo quiero felicitar al INEOS Britannia, a Ben (Ainslie) y a su equipo, han hecho un esfuerzo impresionante. Empezaron con este equipo hace una década, creo, y se han recuperado y han ganado después de haber estado tan cerca la última vez, cuando les eliminamos, y hoy han sido mejores. Creo que hemos tenido un gran barco y es difícil expresarlo con palabras, pero lo único que puedo hacer es dar las gracias a todos mis compañeros y felicitar al equipo por haber hecho un trabajo tan increíble«.
Al hablar de su equipo y del apoyo que le han prestado, Spithill se ha mostrado efusivo: «Es muy difícil darles las gracias tanto como me gustaría. Mucha gente no se da cuenta de todo el esfuerzo que hay detrás de estas campañas. Uno ve la regata y, naturalmente, ve a los atletas, pero entre bastidores, el equipo de tierra, el equipo de diseño, los equipos de ingeniería, no se me ocurre ninguna ocasión en la que hayan tenido un día libre desde que estamos aquí en Barcelona».
«Todos los días, independientemente de cómo haya ido el anterior, todos están ahí, todos son tan positivos, los primeros en llegar y los últimos en marcharse. En varias ocasiones han tenido que trabajar toda la noche para que nosotros pudiéramos salir a competir. Tienes que estar motivado para participar en este juego, pero cuando tienes compañeros de equipo así, que hacen lo que hacen para que el atleta pueda salir ahí fuera, es increíble. Así que solo gracias a todos».
Dylan Fletcher, timonel de babor del INEOS Britannia, ha llegado a tierra aliviado: «Ha sido un largo camino hasta llegar aquí, y me siento muy orgulloso del equipo y del impulso que hemos ido cogiendo. Siempre es difícil en la America’s Cup llegar a este punto y han pasado 60 años desde que Gran Bretaña estuvo en esta posición de desafiar en una final de la America’s Cup, así que sí, realmente orgulloso del equipo y deseando que llegue la tarea que tenemos por delante».
Como tributo a los italianos, Fletcher ha añadido: «El Luna Rossa Prada Pirelli ha sido un equipo increíble contra el que competir, y como hemos visto, la diferencia entre los dos equipos ha sido mínima. Ahora va a ser interesante enfrentarse a los kiwis, los tres veces ganadores y Defenders, sabemos que son muy rápidos y va a ser increíble navegar contra ellos».
La Louis Vuitton Cup será entregada oficialmente a INEOS Britannia en una ceremonia que tendrá lugar en el Race Village, a lo largo del Moll de la Fusta, a las 19:00 horas de esta tarde. Después de la merecida celebración, el equipo británico volverá al trabajo, completamente centrado en enfrentarse al Defender, Emirates Team New Zealand, en la Louis Vuitton 37ª America’s Cup Match que comienza el sábado 12 de octubre.
La Louis Vuitton Cup Challenger Selection Series ha demostrado lo igualada que está la última generación de AC75 y lo reñido que puede llegar a ser el match-racing a velocidades inimaginables hace unos años. Se han ganado metros difíciles y, al final, el trofeo ha sido para los británicos. El destino del trofeo más antiguo del deporte internacional, la America’s Cup, está ahora en juego.