Entre las paredes y los jardines de villa La Voglina – ubicada entre Valenza y Alessandria (Italia)-, se esconde la historia de cómo Napoleón Bonaparte (Ajaccio, Francia 1769-1821 Isla de Santa Elena) ideó una de las batallas clave en su camino de convertirse en «el emperador de los franceses». Esta victoria en la batalla de Marengo contra unas tropas austriacas bastante superiores a las suyas hizo que diera un paso más hasta convertirse en «el Águila francesa». Actualmente, en el siglo XXI, esta villa testigo italiana de 3.300 metros cuadrados distribuidos en varias plantas y más de 30 habitaciones, está a la venta por 4 millones de euros.
La Voglina no tomó parte en este asunto bélico datado en el siglo XIX, ya que acogió a oficiales de las bandas estacionadas en la zona del bando austriaco y de la misma manera sirvió como alojamiento para Napoleón y su batallón. Esta opulenta gran finca de Piamonte fue construida en el siglo XVII por el arquitecto Filippo Juvarra e inicialmente estuvo destinada a ser un convento, para más tarde convertirse en la testigo de una batalla fundamental en la carrera de Bonaparte por la conquista de Europa y ser la residencia de una misma familia durante los dos siglos siguientes, para acabar, finalmente, estando a la venta en Building Heritage-Forbes Global Properties, según Idealista.
La villa es digna de un emperador, no únicamente por sus majestuosos jardines de 35 hectáreas, donde crecen sus árboles centenarios, trufas negras de verano y trufas blancas de invierno, sino también por su viñedo que se eleva en sus colinas, que hasta hacía tres décadas permitía embotellar su propio vino. Toda una estancia real. Tanto es así, que fue considerada y declaradada patrimonio «interés particularmente importante» por el Ministerio de Patrimonio Cultural Italiano.
En su interior relucen más de 30 dormitorios -muchos en suite-, salones suntuosos cubiertos por bóvedas, 15 baños e incluso una capilla privada, consagrada en 1807 por el Papa Pío VII, quien mostró deseos de quererla como residencia. Además, cuenta con una casa independiente para invitados y una zona rural, ansiosa de recibir una gran restauración.
La villa de la victoria
Napoleón Bonaparte se hospedó durante un reducido periodo de tiempo en este bella finca italiana, justo después de haberse apoderado del poder francés tras un golpe de Estado. La Voglina no pudo ser mejor ubicación para servir como un lugar confianza e inspiración en su marcha de conquistar Europa. De hecho, le dio muy buena suerte, ya que en la batalla de Marengo el francés contaba con casi la mitad de las tropas que componían las tropas austriacas para luchas, 5.600 frente a 9.500, no obstante, igualmente salió victorioso después de 963 muertos por parte de Austria y 1.100 de Francia.
El corso escribió esto durante su exilio en Santa Elena: «Marengo fue la batalla en la que los austríacos se batieron mejor; sus tropas se comportaron de forma admirable, pero su valor quedó enterrado allí; no los hemos vuelto a ver igual».