El Lange 1 encarna todo el arte relojero de la marca alemana A. Lange & Söhne. Tanto por sus elementos tradicionales sajones (la platina tres cuartos, los engastes de oro atornillados, el puente del volante grabado a mano) como por las novedades que introdujo cuando nació en 1994: una esfera descentrada y una fecha enorme. El reloj reúne los conocimientos y la capacidad técnica de toda una dinastía relojera que arrancó en Dresde (Alemania) a comienzos del siglo XIX. De aquella urbe llega parte de la inspiración del diseño, pues la gran fecha es un espejo del famoso Reloj de Cinco Minutos de la Ópera Semper de la ciudad.
También hizo historia: fue el primer reloj de A. Lange & Söhne que se fabricó tras la refundación de la manufactura. La empresa había sido expropiada después de la Segunda Guerra Mundial, y su nombre cayó en el olvido. Mientras duró la división de Alemania, Walter Lange, el bisnieto de F. A. Lange (que fundó la firma en 1845), se empeñó en que la marca volviera a dar la hora. Y lo consiguió, justo después de la reunificación del país.
UN NUEVO COMIENZO
La ocasión requería de un reloj memorable. Walter Lange y su socio Günter Blümlein presentaron el 24 de octubre de 1994 en el Palacio Real de Dresde la primera colección de la era moderna de la compañía, que hoy es propiedad del grupo suizo Richemont. Estaba formada por cuatro relojes de pulsera, entre ellos el Lange 1.
Su diseño no ha cambiado prácticamente desde entonces. Y eso que han pasado 25 años. Lo que sí nos ha brindado este cuarto de siglo son varias referencias, a las que se suman las propias del aniversario. El 25 de cada mes de 2019 se presentará una edición limitada de un clásico de la familia Lange 1 hasta completar la decena. Ya hemos sido testigos de la salida del Lange 1 25th Anniversary, del Little Lange 1 25th Anniversary y de éste que nos ocupa, el Grand Lange 1 Moon Phase 25th Anniversary.
El Gran Lange 1 Fases de la Luna, que vio la luz en 2014 con tres referencias (en oro amarillo, oro rojo y platino), se renueva ahora con motivo de las bodas de plata del Lange 1, en una edición limitada a 250 unidades. Muchos de los elementos que los adornan se repiten en ambos modelos. Como la caja de oro blanco (la casa solo trabaja el oro y el platino), la esfera de plata maciza, la corona a las 3 h para ponerlo en hora y para darle cuerda, el pulsador a las 10 h para corregir la gran fecha y el de las 8 h para ajustar la fase lunar. Pero tanto índices como números y agujas han adoptado el azul para distinguirse. A juego, una correa de piel de aligátor azul con costura gris.
Como su nombre indica, el Gran Lange 1 Fases de la Luna es mayor que su predecesor, el Lange 1 Fases de la Luna. En concreto, 2,5 mm más grande. Y también es mayor la indicación de las fases lunares y la gran fecha.
La complicación lunar se ha colocado dentro del círculo de las horas y de los minutos. Como la Luna real, el disco está continuamente en movimiento, aunque sus pasos son tan pequeños que no se pueden apreciar a simple vista. Siempre que el reloj esté funcionando sin interrupción, la indicación solo tendría que ser corregida al cabo de 122,6 años. En otros relojes se redondea el ciclo orbital de las fases lunares en 29,5 días. Por eso al cabo de dos años y medio hay que corregirlas en un día. Sin embargo, en el Gran Lange 1 Fases de la Luna se reproduce el llamado mes sinódico de 29,531 días (29 días, 12 horas, 44 minutos y 3 segundos) con una precisión del 99,998%.
MIRANDO AL FIRMAMENTO
Por primera vez se ha grabado a mano en plata maciza el disco del satélite de la Tierra. También se han grabado y recortado artesanalmente seis estrellas y varios puntos que representan el cielo. Destacan mucho sobre la caja de 41 mm de diámetro y 9,4 de alto y la esfera. Además de con las fases de la Luna se indica el paso del tiempo con horas, minutos y un pequeño segundo con parada del segundero. Otra indicación revela la reserva de marcha.
El movimiento mecánico de cuerda manual que le insufla vida se observa a través del fondo de cristal de zafiro. Tampoco ha cambiado: es el calibre L095.3, decorado a mano y montado dos veces, con 446 piezas y 72 horas de reserva de marcha con toda la cuerda dada. En el puente del volante se ha grabado a mano y en azul la cifra 25, por el aniversario, que nos llevará a descubrir otros modelos Lange 1 de edición especial a lo largo de este año.