Tras una larga lucha, Dimas Gimeno, expresidente de El Corte Inglés, perdió la batalla frente a sus primas, Marta y Cristina Álvarez Guil (1.150 millones de valoración de riqueza en conjunto) y en septiembre renunció al cargo tras recibir un finiquito de entre ocho y nueve millones. Gimeno cerró la lucha por la gestión de El Corte Inglés, una de las más destacadas empresas familiares de España y una de las insignias de la Marca España en todo el mundo. Pero la brecha familiar por la herencia de Isidoro Álvarez sigue sangrando. La madre de Gimeno, María Antonia Álvarez, y su tío César mantienen la disputa contra las hermanas Álvarez Guil por el reparto de la herencia. Dimas Gimeno, María Antonia y César Álvarez suman una riqueza de 365 millones.
En este caso, el conflicto se acrecienta porque las dos partes enfrentadas gestionan su patrimonio a través de una sociedad común, Cartera de Valores Iasa, en la que las hermanas Guil tienen la mayoría y controlan las decisiones. Iasa recibe los dividendos que le corresponden por su 22,18% en El Corte Inglés y los redistribuye entre sus accionistas según sus propios criterios. Hasta la fecha ha redistribuido casi un 90% de los dividendos de El Corte Inglés, lo que ha supuesto casi ocho millones para Dimas Gimeno y familia. Pero esta cifra es todavía insuficiente para pagar la deuda con Hacienda.
Y ello es por el tipo impositivo que han tenido que afrontar por no ser familia directa sino colateral (hermana, tío y sobrino). Isidoro Álvarez falleció en septiembre de 2014 y legó una herencia que estaba valorada en unos 10.000 millones de euros. De ésta, el 2,8% que correspondía a Dimas Gimeno y familia eran unos 280 millones. Su problema es que ni él, ni su madre o su tío eran familia directa, por lo que el importe a pagar a Hacienda se elevó exponencialmente.
Mientras que las hermanas Álvarez Guil, hijas adoptivas de Isidoro Álvarez, pagaron unos impuestos muy reducidos, la factura del grupo familiar de Gimeno Álvarez ascendió a unos 100 millones de euros. De esta cifra, unos 40 millones correspondieron a Dimas Gimeno y 30 millones a su madre y a su tío, respectivamente.
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Y es que Dimas Gimeno y familia heredaron mucho patrimonio en forma de acciones pero no liquidez para saldar toda la deuda. Para ello, necesitaban o dividendos más altos o vender una parte del capital. Pero los pactos previos entre accionistas de Cartera de Valores Iasa limitan esta posibilidad. Todo un lío en plena guerra por el poder en El Corte Inglés que ha puesto a Dimas Gimeno contra las cuerdas y ha forzado su dimisión.
El cheque de los Gómez-Trenor
Juan Luis Gómez-Trenor Fos, soltero sin hijos, falleció el 22 de enero de 2017. Justo 21 días antes se derogó una cláusula del impuesto de Sucesiones de la Comunidad Valenciana que cambió las reglas de juego de los herederos colaterales de fortunas millonarias. Hasta entonces, la sucesión a través de una empresa familiar contaba con una exención de hasta el 95% con tan solo la obligación de mantener la actividad durante al menos cinco años. Con la llegada de Ximo Puig a la presidencia de la Generalitat valenciana, la exención fue retirada salvo en el caso de pequeñas empresas.
Como dice Rogelio Villalba, abogado y economista de Asepyme, “las modificaciones recogidas en la norma encarecen notablemente las herencias y donaciones”. De hecho, se calcula que la nueva normativa de Sucesiones ha provocado un aumento del 10% en el número de renuncias a la herencia en Valencia. Las renuncias están provocadas tanto porque las deudas de la herencia puedan superar al valor actual de los activos como por el aumento de la carga fiscal. En el caso de los grandes patrimonios valencianos, este factor se agrava porque la reducción prevista actualmente “queda limitada exclusivamente a las empresas de reducida dimensión”, explica Villalba.
Parece difícil considerar pymes a las empresas de Gómez-Trenor, el segundo mayor rico de Valencia con una riqueza estimada en más de 2.000 millones en su fallecimiento. La mayor parte de su fortuna provenía del 7% que en términos reales tenía en Coca-Cola European Partners (CCE) a través de una cadena de participaciones en Ecivsa, Coca-Cola Iberian Partners y Oliva Partners. Los herederos de Gómez-Trenor han heredado también acciones de Ebro Foods y sociedades no cotizadas, como Cartuja Agrícola, además de activos inmobiliarios y fincas.
Pero por el camino se han dejado muchos millones en impuestos. Y es que la nueva regulación de 2017 no es ninguna minucia. Aunque no se sabe a ciencia cierta, dada la falta de transparencia de la familia, externamente se ha calculado que los herederos de Gómez-Trenor han pagado entre un mínimo de 22 millones (apenas un 1%) y unos 500 millones, o un 21% de tasa efectiva. Ésta última cifra, aunque parezca muy alta, queda muy por debajo de la que hubieran pagado de no haber previsto la sucesión con anterioridad. Porque, actualmente, un familiar colateral (sobrino) que herede entre 1.000 y 2.000 millones pagaría entre 556 millones (667 millones si contara con un patrimonio personal previo de 3,9 millones) y 1.112 millones. En ambos casos, esto es un tipo impositivo medio de entre el 55,6% y 66,7%. En cambio, con las anteriores exenciones de 2016, el desembolso posiblemente no habría superado los 75 millones.
Pagar una herencia de este tipo puede suponer incluso la ruina, porque se suele heredar mucho patrimonio pero poca liquidez. En el caso de Gómez-Trenor, los herederos al menos mitigaron en parte con los 24 millones que recibieron en años anteriores por dividendos de Coca-Cola Iberian Partners y Ebro Foods.
Herencias colaterales, efectos colaterales
En el despacho de abogados Marín & Mateo Asociados explican que la factura fiscal se puede mitigar previendo la sucesión con antelación y tomando diversas medidas. Y es muy posible que Juan Luis Gómez-Trenor, un hombre considerado muy cauto y previsor en los negocios, las hubiera adoptado. Entre otras, los expertos recomiendan trasladar el domicilio fiscal a una autonomía más flexible, tal y como hizo la fallecida duquesa de Alba al domiciliarse en Madrid; verificar con expertos las valoraciones de los activos inmobiliarios y y de las acciones de empresas no cotizadas.
“En general, hay que tener en cuenta que gran parte de los patrimonios familiares son en inmuebles o incluso en sociedades no cotizadas. Por tanto, el ‘valor’ de los mismos está por determinar. Para Hacienda valdrán mucho y para los herederos menos. Conviene anticiparse, realizar tasaciones inmobiliarias y de peritos mercantiles, y hacer uso de los artículos 90 y 91 de la Ley General Tributaria, unos grandes desconocidos”, recomienda Abel Marín, abogado del despacho valenciano Marín & Mateo Asociados.
Algunos, incluso, recomiendan repartir la herencia entre más partícipes, como nietos para evitar la progresividad del impuesto. Esto último, en el caso de Gómez-Trenor, resultaba más complicado porque no tenía hijos, pero sí muchos sobrinos. Juan Luis Gómez-Trenor tenía sólo una hermana viva, Caridad, viuda de Luis Lassala y con una hija; y un total de 12 sobrinos. Estos conforman las ramas familiares de los Gómez-Trenor de Aguilar (cinco sobrinos), Gómez-Trenor Vergés (tres sobrinos) y los 4 sobrinos de la familia Gómez-Torres Gómez -Trenor.
En cualquier caso, al margen de la cantidad que efectivamente haya recibido cada heredero, los sobrinos hace tiempo que llevan las riendas de la gestión. Actualmente, los ejecutivos clave en el grupo familiar son Javier Gómez-Trenor Vergés, Álvaro Gómez Trénor Aguilar y Caridad Lassala Gómez-Trenor, aunque en el consejo de administración se sientan también otros representantes familiares. Juntos manejan un imperio que, aunque minorado por la deuda con Hacienda, puede valorarse en unos 1.450 millones de euros.
Y es que el caso de Dimas Gimeno y sus problemas para saldar la deuda con Hacienda no atañe sólo a los herederos ricos. “En ocasiones, el heredero, está padeciendo una situación de dificultad económica que le dificulta obtener los recursos necesarios para el pago de los gastos e impuestos, y tampoco puede vender los inmuebles sin antes pagar dichos impuestos”, argumenta Abel Marín.
Además, la actual disparidad en la regulación de los tipos impositivos de las herencias (tanto colaterales como directas) ha provocado malestar entre muchos ciudadanos, lo que ha propicionado que busquen alternativas fiscales. “La actual divergencia en el tipo efectivo aplicado en el impuesto de Sucesiones ha derivado en el traslado de residencia (simulado o no) hacia las regiones donde es más bajo, principalmente a la Comunidad de Madrid. El impuesto se ha convertido en un arma de competencia fiscal entre CC AA y generado importantes pérdidas de recaudación en aquéllas en donde el tipo es más alto y, por tanto, el incentivo a cambiar de residencia es mayor”, advierte Carmen López experta de Finanzas Públicas de la consultora Afi.
Los grandes patrimonios no se quedan quietos. Intentan resguardar sus fondos mediante movimientos societarios que limiten la visibilidad de sus grupos. Entre las fórmulas habitualmente utilizadas, tanto en vida como en herencia, figuran la constitución de empresas familiares, que gozan de un régimen fiscal más benigno, y el traslado del domicilio fiscal. Pero los consultores fiscales recomiendan tener cuidado. Hacienda recibe notificaciones de 45 fuentes distintas, como notarios o registradores, y ha puesto la lupa en todos estos movimientos.
Y a vistas de Hacienda, el colectivo de millonarios se ha convertido en un ‘mercado’ muy goloso que ha experimentado un crecimiento del 59%. Mucho pastel de donde sacar tajada. Según la consultora Cap Gemini, actualmente hay 202.200 millonarios en España, un en relación a los 127.100 millonarios de 2008.