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Lula esperará unos meses más para proponer un candidato para presidir el Banco Central de Brasil

El presidente de Brasil, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, ha descartado adelantar un nombre para suceder al presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, cuyo mandato concluye en diciembre.

Así lo ha confirmado este martes el presidente brasileño en una rueda de prensa en la que ha explicado que va a dejar su decisión para «lo más próximo posible al vencimiento» del mandato de Campos Neto, que lleva en el cargo desde febrero de 2019, bajo la presidencia de Jair Bolsonaro.

«Después de convivir con Campos Neto durante un año y cuatro meses no tendré problema en vivir unos seis meses más», ha bromeado Lula, en referencia a las continuas polémicas que ha mantenido con el responsable del banco central desde que llegó a la presidencia del país en enero de 2023.

Hasta el pasado verano, Lula cargó duramente contra Campos Neto por su decisión de mantener intacta la política monetaria, con los tipos de interés congelados en el 13,75%. Posteriormente, en verano, la entidad optó por una reducción de 50 puntos básicos, dando inicio así a una serie de recortes que se mantienen en la actualidad.

Continuamente en los meses previos, el mandatario brasileño manifestó que, a su juicio, los tipos se encontraban muy altos, y no había motivos para mantener esta cifra durante tanto tiempo, llegando a acusar a Campos Neto de mirar únicamente al mercado, en contra del conjunto de los brasileños.

Por su parte, el presidente del banco central se mostró más cauto, evitando las críticas, aunque sostuvo en varias ocasiones que la entidad que preside acabaría teniendo la razón, ya que sus decisiones obedecían únicamente a criterios técnicos, y no políticos, con el fin único de controlar la inflación.

NUEVAS CRÍTICAS

En esta línea, Lula le ha vuelto a recordar este martes a Campos Neto que es el pueblo brasileño el que pierde con los tipos de interés altos, así como los empresarios, que están teniendo dificultades para invertir.

«Esto es lo que está en juego», ha advertido, al tiempo que ha afirmado que el mercado «está ganando mucho dinero» con la política monetaria que aplica el organismo central. «Aún así, tengo toda la paciencia del mundo, porque tengo que esperar hasta diciembre», ha vacilado.