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Así está organizando Bernard Arnault su sucesión al frente de LVMH

El empresario, que supervisa el imperio de 75 marcas de moda y cosmética, es la persona más rica del mundo en 2024 por segundo año consecutivo.

El magnate del lujo Bernard Arnault es la persona más rica del mundo en 2024 por segundo año consecutivo, con 211.700 millones de dólares (199.425 millones de euros) –a 16 de abril–, gracias a otro año récord de LVMH, su conglomerado de bienes de lujo que cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 16.500 millones de dólares (15.530 millones de euros) y unos ingresos de 94.000 millones (88.456 millones de euros).

Arnault –cuya familia posee el 48% del capital social de LVMH y el 64% de los derechos de voto– supervisa el imperio de 75 marcas de moda y cosmética, incluidas Louis Vuitton, Christian Dior y Sephora, que en abril de 2023 se convirtió en la primera empresa europea en alcanzar una capitalización bursátil de 500.000 millones de dólares (poco más de 470.511 millones de euros).

De Christian Dior a LVMH

El empresario francés dio su primer paso en el mundo del lujo en 1984 con la compra de Christian Dior por 15 millones de dólares, procedentes de la compañía familiar de construcción –donde habría trabajado desde que terminó sus estudios de Ingeniería Civil y Matemáticas en la Escuela Politécnica francesa en 1971– y algunos fondos prestados, y en 1989, tras una lucha con el presidente de Louis Vuitton, se hizo con el control de LVMH Louis Vuitton Moët Hennessy y se convirtió en presidente y CEO de la compañía, posiciones que a día de hoy todavía ocupa. Arnault dirigió entonces una agresiva expansión, convirtiendo a LVMH en la mayor empresa de artículos de lujo del mundo, con unos ingresos que pasaron de 4.000 millones de dólares en 1989 a 94.000 millones (88.456 millones de euros) en 2023.

Reestructuración

Arnault tuvo dos hijos –Delphine (49 años) y Antoine (46)– con su primera esposa, Anne Dewavrin, de la que se divorció en 1990; un año más tarde se casó con Helene Mercier, concertista de piano, y tuvieron tres hijos –Alexandre (31), Frédéric (28 años) y Jean (26).

En julio de 2022, el ejecutivo de 73 años por aquel entonces propuso una reorganización de su holding, Agache, que posee la mayor parte de sus acciones de LVMH, para dar participaciones iguales a sus cinco hijos, todos los cuales ocupan puestos ejecutivos en la empresa y han sido preparados para sus funciones desde que eran jóvenes.

También en 2022, LVMH elevó el límite superior de edad para su consejero delegado, pasando de los 75 a los 80 años, posiblemente para adaptarse a los deseos del directivo.

En enero de 2023, el empresario eligió a su hija mayor, Delphine, para dirigir Dior, una de las principales marcas de la empresa, un nombramiento que se dio a conocer apenas un mes después de que Antoine fuera designado consejero delegado del holding Christian Dior SE.

Alexandre y Frederic se estrenarán en el consejo

Este año, dos de sus hijos –Alexandre, alto ejecutivo de Tiffany, y Frederic, recientemente nombrado director de LVMH Watchesestán a punto de entrar en el consejo de LVMH –previsiblemente los accionistas votarán este jueves–, dejando sólo al más joven –Jean, director de relojería de Louis Vuitton– sin un asiento por el momento.

Personas cercanas al grupo afirman que es demasiado pronto para saber quién ocupará el puesto más alto: aunque Delphine ocupa el puesto más alto dentro de su imperio como directora ejecutiva de Dior y miembro del comité ejecutivo, los analistas apuntan a posibles escenarios en los que dos o más de los herederos podrían dirigir la empresa en común, según publica Financial Times.

Cabe destacar que, según el medio económico, el tamaño y la cuota de mercado de LVMH también implican que su próxima generación de líderes tendrá que ser más inventiva para mantener el crecimiento y ya no podrá depender de China, que impulsó la expansión del sector durante gran parte de la década pasada, para tomar impulso.

Además de los cambios en las funciones de la familia, el director ejecutivo de LVMH, Antonio Belloni, abandona este mes de abril su cargo de número dos de la firma de lujo como parte del proceso de reorganización que está experimentando la empresa. Será sustituido por Stéphane Bianchi, responsable de relojería y joyería de LVMH y veterano de la sucesión familiar en el grupo cosmético Yves Rocher. Así, aunque gran parte de la atención se ha centrado en la transición familiar, el ascenso de Bianchi a director general del grupo está orientado a la nueva etapa de LVMH.

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