El secretario general de USO, Joaquín Pérez, ha afirmado este lunes que, aunque es una buena noticia que el paro baje y crezca la afiliación a la Seguridad Social, esto se hace «a costa de empleos indefinidos precarios», un «problema estructural creado por la última reforma laboral».
Así, Pérez ha denunciado que para reducir el desempleo en 7.452 personas, se firmaron en febrero 1,13 millones de contratos, de los que 523.445 fueron indefinidos.
«Más de medio millón de contratos para bajar poco más de 7.000 parados es todo un fracaso de la figura del contrato indefinido. Pero esta precariedad del supuesto paradigma de la estabilidad va más allá. De ellos, más de la mitad son a jornada parcial, bien en horas o en días», ha criticado Pérez, que ha precisado que casi el 53% de todos los contratos indefinidos son parciales: el 25% con jornada parcial pura y el 27%, discontinua.
Para USO, esta no es la forma de generar empleo. Pese a los «continuos récord» de afiliados, no es tan positiva la forma en que se crean y destruyen empleos indefinidos o la calidad de éstos. «Los trabajos de horas o de días deben ser una opción para quien tiene otras obligaciones, no la única forma de trabajar», avisa el secretario general de USO.
Pérez ha denunciado además que la contratación indefinida no ha acabado con «viejos vicios» del mercado laboral, como dar de baja a los trabajadores los viernes y los últimos días de mes. En su opinión, lo más urgente ahora mismo en materia de legislación laboral es «atajar el despido fácil y barato de contratos indefinidos a los pocos días de formalizarlos». «De nada sirve que se llame indefinido un contrato que, finalmente, es temporal», ha argumentado.