En un mundo donde la ostentación y el lujo no tienen límites, Migaloo, la prestigiosa empresa de sumergibles con sede en Graz, está llevando la experiencia náutica a nuevas profundidades (nunca mejor dicho). Lo han hecho con el M5, el primer superyate sumergible de lujo del mundo, diseñado para satisfacer los caprichos de los ultra-ultra-ricos que buscan explorar no solo los mares, sino también las maravillas ocultas bajo ellos.
Con un precio de venta de 2.000 millones de dólares, el M5 no es solo un yate, es un símbolo de estatus que solo unos pocos magnates del mundo podrán permitirse. Con una longitud de 165 metros y un ancho de 22,8 metros, esta joya acuática tiene capacidad para hasta 20 invitados y 40 tripulantes, ofreciendo un nivel de comodidad y servicio que redefine los estándares de la alta sociedad.
Lo que hace que el M5 sea verdaderamente único es su capacidad para sumergirse a una profundidad de 250 metros y permanecer allí durante un impresionante período de cuatro semanas. Con autonomía de más de 9.300 millas, esta obra maestra tecnológica puede desplazarse a velocidades de hasta 20 nudos en la superficie y 12 nudos bajo el agua, brindando a sus afortunados propietarios la oportunidad de explorar los secretos ocultos de los océanos de una manera inigualable.
Pero el M5 no es solo una hazaña de ingeniería submarina; es un palacio flotante que redefine la opulencia en el mar. Migaloo se compromete a trabajar estrechamente con sus clientes ultra-ricos para personalizar cada detalle del interior del yate, ofreciendo un opulento comedor con capacidad para 36 comensales, paredes de cristal panorámicas que permiten disfrutar de la majestuosidad submarina, una bodega de vinos curada y un cine tecnológicamente avanzado.
Cuando la embarcación esté en la superficie, los afortunados propietarios podrán disfrutar de un sinfín de actividades recreativas con una completa variedad de juguetes acuáticos de alta gama, que incluye desde Sea-Doo Jet-Skis y flyboards hasta sumergibles personalizados y todo lo necesario para practicar paddleboard, kitesurf y kayak. Además, el M5 cuenta con dos piscinas, un jacuzzi y, por supuesto, un helipuerto, porque cuando se trata de superar las expectativas, Migaloo no deja piedra sin remover.
Con solo unos pocos magnates en el mundo capaces de asumir su precio, el M5 representa la cima del lujo náutico. Con menos de dos tercios de los 2.540 multimillonarios en el mundo con la capacidad financiera para adquirir esta joya acuática, el M5 se erige como un símbolo de exclusividad y distinción, superando en costo incluso al yate más caro del mundo. En un mundo donde el límite es solo el horizonte, el M5 rompe las barreras, llevando la experiencia de navegación a nuevas profundidades de lujo y extravagancia.