El summum del lujo es encargar un Rolls-Royce a tu gusto y luego pedir a los ingenieros de la prestigiosa manufactura relojera Vacheron Constantin un reloj mecánico que encaje en su salpicadero. Un capricho como éste, que acaba de darse un coleccionista de relojes y automóviles exquisitos cuyo nombre no ha trascendido, se puede materializar gracias a los servicios de personalización de las firmas de más alta gama. En la suiza Vacheron Constantin, la exclusividad tiene un nombre: Les Cabinotiers.
Es en este departamento donde fraguan los sueños de sus clientes, en forma de relojes que van más allá de las líneas habituales de la casa (Patrimony, Traditionnelle, Métiers d’Art, Overseas, Fiftysix, Historiques y Égérie) y que suman mecanismos y ornamentos a cuál más intrincado. Aunque no todo vale. Las solicitudes las aprueba o rechaza el presidente de la compañía, y para que obtengan el visto bueno deben ser congruentes con la enseña y con su archivo de piezas clásicas. Una vez, alguien pidió una esfera amarilla, y se descartó porque no encajaba con el ADN de la marca.
Hay quien está dispuesto a esperar hasta cinco años, que es lo que llegan a tardar en fabricar un reloj a medida. Es una etapa larga, pero en la que el cliente siempre está acompañado. “En el trato global a nuestros clientes, valoramos primero la experiencia tras el producto. Ahora tenemos un nivel de madurez y saber hacer que nos permite ir un paso más allá. El producto debe tener todas las fortalezas, es decir, legibilidad, excelencia en la artesanía, etcétera, pero ahora miramos también lo que lo rodea. Para la oferta de Les Cabinotiers a medida, el cliente puede seguir el proceso de fabricación, desde el primer boceto hasta la producción; puede venir a la manufactura, en la que le brindamos un trato de hospitalidad específico, y localmente también organizamos eventos privados con amigos del cliente, a veces para educar con clases de relojería. Nuestra intención es potenciar a nuestra clientela, pero en torno al producto, elevándolo”, dice Sandrine Donguy, directora de Producto, Innovación y Marketing de Vacheron Constantin.
Otros consumidores son más ansiosos y no esperan, y como en Vacheron Constantin no querían dejarse clientes por el camino, decidieron presentar cada año una colección temática de modelos únicos inspirada en uno de sus territorios creativos: astronomía, naturaleza, música… Ahora, dos tercios de la producción de Les Cabinotiers (entre 40 y 50 relojes) se dedican a estos lanzamientos que se planifican con tres años de adelanto y a otros ejemplares que van alumbrando a lo largo del año. El resto son encargos.
La fórmula está indicada para aquellos que, antes de comprar, prefieren ver y palpar un reloj ya terminado. En Vacheron Constantin aseguran que cualquiera puede acceder a Les Cabinotiers (lo hacen, sobre todo, hombres, y quizás por eso las piezas son tan grandes). No hace falta, pues, ser un cliente de toda la vida ni familiar de un ejecutivo de la firma.
A partir de las piezas únicas que conforman la última colección de Les Cabinotiers, llamada Récits de Voyages, Vacheron Constantin invita a sus clientes vip a viajar por los lugares en los que la firma floreció comercialmente, de Estados Unidos a China, pasando por Europa y Oriente Medio. Es un periplo de arte y cultura para el que no han escatimado ni en virguerías mecánicas en forma de complicaciones ni en técnicas artísticas como el esmalte, el engaste y el grabado, realizados a mano por avanzados maestros relojeros y artesanos. Sus precios son un misterio, pues la casa no los revela, pero a buen seguro que no bajan de las seis cifras. Ésta es la colección Les Cabinotiers 2023:
1. Tourbillon Repetición de Minutos Homenaje al arabesco
Para plasmar la cultura árabe en este reloj súper complicado y profusamente ornado de 44 mm de diámetro y 13,5 mm de grosor, la caja, las asas y la esfera se han cubierto con finos arabescos y flores tomados de la mezquita Sheikh Zayed de Abu Dabi. El dial cuenta con dos capas: una pulida negra y otra en oro blanco decorada por completo. Se equipa con una correa de piel de aligátor asegurada por una hebilla desplegable de oro blanco grabada con arabescos.
2. Malte Tourbillon Homenaje al estilo de Haussmann
Es un tributo en oro rosa a la ciudad de París, en la que Vacheron Constantin opera desde 1820, y al estilo Haussmann de sus edificios. Con unas medidas de 38 × 48,3 mm, el protagonista aquí es el grabado, que decora hasta el movimiento mecánico de carga manual ultraplano y calado. Con forma de tonel, tiene grabada una cabeza de león, presente en muchos inmuebles parisinos. La decoración de su caja le lleva a una sola persona un mes de trabajo completo.
3. Tourbillon Repetición de Minutos Homenaje al estilo Art Déco
La arquitectura del edificio Chrysler de Nueva York está presente en la esfera de este ejemplar, el primer Vacheron Constantin que combina marquetería (un trabajo de 110 piezas diminutas de dos tipos de madera, cortadas a mano y no con láser) y la técnica de esmaltado champlevé. Como el resto de la colección Les Cabinotiers 2023, se caracteriza por su tridimensionalidad, pues la marquetería no se muestra en un solo plano, sino en dos. Además, el reloj también está grabado: la caja de oro rosa se ha adornado con motivos en forma de espiga creados mediante la técnica del grabado de líneas en la carrura, las asas y el bisel.
4. Tourbillon Armilar Homenaje al estilo Art Déco
Este modelo de oro amarillo de 45 mm alberga el Calibre 1990 de cuerda manual de la casa, una obra maestra que solo tocan los relojeros más duchos, y que combina un tourbillon de doble eje con un indicador birretrógrado instantáneo de horas y minutos. Sus grabados se inspiran en el art déco de los rascacielos neoyorquinos, pero el reloj está destinado a celebrar las Américas en su conjunto.
5. Dragón Grisalla Alta Joyería
Puede parecer el menos espectacular por su falta de complicaciones, pero conlleva una tarea de esmalte grisalla ímproba que crea un claroscuro precioso. En oro blanco, luce un engaste invisible de diamantes que ayuda a reducir el grosor de la caja. Se combina con una correa de piel de aligátor verde con una hebilla de oro blanco engastada con 16 diamantes de talla baguette.
6. Lugares memorables
Hay cuatro relojes como éste, con diales de oro microesculpido que muestran la Tour de l’Ile de Ginebra, Angkor Thom, en Camboya (en la foto), el Palacio Imperial de Verano chino y el Templo de Confucio y el Museo del Colegio Imperial de Pekín. Todos son, como su nombre indica, memorables para la marca. Y todos miden 40 mm de diámetro y 9,1 mm de grosor. Cuentan con un movimiento automático ultrafino de solo 2,4 mm de grosor. Tres de ellos se han realizado en oro rosa, y uno en oro blanco.