Fue un 23 de diciembre del año 2021 cuando el corazón de la periodista y escritora Joan Didion se paró, tan sólo un día antes de Nochebuena, por cierto, su festividad preferida del año. No su estela, que sigue más viva que nunca dos años después de despedirnos de su figura de dimensiones diminutas e intelecto desbordante.
Y las razones de este espíritu en activo son varias. Por un lado, su intención indomable de exponer las vergüenzas del capitalismo estadounidense –para su gusto, siempre mirando hacia otro lado en las cuestiones de mayor interés para su sociedad–; por el otro, el haber sido una mujer luchadora y desgraciada en el ámbito personal y profesionalmente alabada en su tercera edad.
Un éxito en lo laboral que de haber podido elegir, hubiera decidido no ser la merecedora de tal premio. El año del pensamiento mágico (2005), el libro autobiográfico que tuvo que escribir para entender el duelo que le produjo la muerte de su marido, le valió su fama internacional y haber sido finalista del premio Pulitzer. Una fama que le llegó no tarde pero sí con esa edad en la que ya sientes estar de vuelta de todo. Nadie busca colarse en la lista de los escritores más leídos si la lectura habla de dolor. Esto le pasó a ella, pero agradeció el gesto y recibió la Medalla Nacional de Humanidades 2012 de las manos de Barack Obama, por entonces presidente de Estados Unidos.
Este éxito de ventas y de reconocimiento situó a esta periodista en el mapa de la influencia, que llegó a los 87 años con más de 19 libros publicados y decenas de artículos, ensayos, guiones para cine y televisión, crónicas, thrillers románticos, notas periodísticas, narrativa, reportajes político, y todo lo que le se le pidiera. Pero sin duda, la gran influencia de Joan Didion la ejerció sobre su profesión: cuando hablamos del nuevo periodismo norteamericano, siempre hablamos de hombres, pero su gran impulsora fue ella. Por esto, es importante reivindicarla ayer, hoy y mañana.
La rentabilidad de llamarse Joan Didion
Sin embargo, son muchos otros aspectos que han sobrevivido a esta profesional del medio que consiguió fusionar grandes y pequeños relatos desde su visión crítica de la realidad. Muchos de ellos, más personales que estrictamente sujetos a su labor como escritora, investigadora y periodista.
Tanto que una de las últimas noticias que incluyen su nombre es la cifra por la que se ha vendido el apartamento en el que vivió hasta la fecha de su fallecimiento. 7.5 millones de dólares es el precio de venta de este apartamento en Manhattan (con un gasto mensual de 8.000$ en comunidad): espacioso, en un edificio revestido de piedra caliza de 1928, en el corazón del Upper East Side, con vistas a la iglesia de St. James, en la esquina de Madison Avenue, con cuatro dormitorios, vestíbulo, cuatro baños y un aseo, y ascensor privado. Un valor de mercado impuesto por el portal inmobiliario de Sotheby’s International Realty, empresa encargada de su venta, y liderado por Serena Boardman. Además, de un valor literario de enormes dimensiones. Las paredes encierran un importante disco duro de textos que tanto ella como su marido, John Gregory Dunne, escribieron de su puño y letra durante su época activa en la profesión.
Grande fue el revuelo que ocasionó en octubre del año pasado el anuncio de la subasta de sus pertenencias, que finalmente se llevó a cabo el 16 noviembre de ese mismo año. La operación fue dirigida por Stair Galleries. Lisa Thomas y su equipo tuvieron acceso al piso de Didion y de él escogieron una gran mayoría de enseres personales, como muebles, libros, máquinas de escribir, obras de arte, elementos decorativos, utensilios… Un sinfín de objetos que culminaron en una venta sin precedentes que se cerró con una recaudación total de más de 2 millones de dólares, entre los que se puede destacar los 27.000$ por unas icónicas gafas de sol de Céline (sí, con tilde) y 11.000$ por su diccionario de cabecera.
Un cómputo de recuerdos que este 11 de enero de 2024 abarcará otro más. Una liturgia común, la novela más lograda de Didion, escrita en 1977, volverá a las librerías con una nueva edición. Fue considerada referente novelístico del siglo XX y narra la historia de una tragedia personal y política sucedida en Boca Grande, un imaginario estado centroamericano dominado por la corrupción política, el reparto del poder entre los miembros de una misma familia, el tráfico de armas y la conspiración. La editorial Lumen, del grupo Penguin Random House será la encargada de traer este libro a la actualidad, tal y como está haciendo con toda la obra de la escritora californiana. Vuelve ese relato sobre la inocencia, el mal y la capacidad de las mujeres para dar sentido al mundo que las rodea, con una narración rápida, telegráfica y sensible. Sus tres grandes señas de identidad.
Este relanzamiento se suma a otro acontecimiento que tendrá lugar en este año que entra y que permitirá seguir hablando de ella. Barbizon 63, el hotel neoyorquino para mujeres más famoso de la ciudad, en el que ella y otras famosas se hospedaron en algún momento de sus vidas, como Sylvia Plath, Grace Kelly, Liza Minnelli o Joan Crawford, entre otras, tendrá su propia serie de televisión gracias a Jennifer Lopez. La cantante será la productora de una serie para Amazon sobre el famoso edificio de 1927, que nació con el objetivo de convertirse en el hotel exclusivamente femenino más importante de la ciudad, refugio de cantantes, escritoras o actrices que perseguían una carrera artística, o de veinteañeras de buena familia cuyos padres permitían su emancipación a cambio de vivir en un sitio donde estuvieran controladas. Con estas, el hotel será el principal protagonista de Backwards in Heels, nombre que lleva la serie y de la que no se tienen muchos detalles todavía.