A río revuelto, ganancia de innovadores. Este debería ser el nuevo lema de los negocios, tal y como demuestra el año de éxito de Capgemini. Su consejero delegado en España, Luis Abad, afirma que 2023 ha sido “muy positivo” y en 2024 espera mantener la demanda ante la situación actual a raíz del “proceso imparable de digitalización para ganar eficiencia y competitividad en el que están las compañías”. Frente a quienes se aferran al conservadurismo en tiempos inciertos, sentencia que “la innovación es esencial para evolucionar, generar oportunidades y reforzar la posición en el mercado”.
Desde su lugar privilegiado como especialista en procesos de digitalización, cree que “la industria inteligente es la próxima generación de la transformación digital, donde las sinergias entre lo digital y la ingeniería ayudarán a las empresas a volverse más inteligentes y sostenibles”, siendo la inteligencia artificial (IA) generativa la protagonista de esta transformación.
Percibe “mucho interés en el mercado”, y advierte de que “sus desafíos clave incluyen comprenderla y aplicarla, asegurando la ética y la seguridad de los datos”. Estos dos retos tienen relevancia propia si se tiene en cuenta su relación con la sostenibilidad entendida como algo holístico más allá de lo ambiental. Pero eso no quita que “las compañías deban seguir priorizando sus inversiones en sostenibilidad y acelerando su transición hacia una economía menos dependiente de la energía y recursos”, añade. Consciente de este contexto, Abad afirma que Capgmini va a invertir “2.000 millones de euros en los próximos tres años en IA y ha lanzado un campus de IA generativa para ampliar la formación de los empleados”. El objetivo final es siempre el mismo: mantenerse como una empresa innovadora y resiliente, cuyo esfuerzo y talento esté siempre a la vanguardia para ayudar a todos sus clientes a seguir navegando por muy revuelto que esté el río.