Al menos esto es lo que mostró en 2014 el Sevicio de Inteligencia, y es que este es el deseo del 72% de Millennials. Ser tu propio jefe es la definición más acertada de libertad. Determina un estilo de vida, una toma de decisiones y una gran independencia. Con la tecnología disponible a día de hoy, todo se puede lograr contando con las herramientas y las aspiraciones correctas.
Una compañía con base millennial es un acierto prácticamente seguro, es necesario cambiar el entorno empresarial, o al menos adaptarlo a la medida que avanzan los años. La generación millennial es conocida por su creatividad. Aunque también por su creciente ansiedad. Esta ansiedad se relaciona con la dureza del mercado laboral. Encontrar un trabajo después de graduarse es una quimera. Seguramente trabajes de otra cosa antes de poder trabajar de lo tuyo, o de muchas otras cosas.
En la mayoría de los casos, se enfrentan a trabajos de oficina que requieren estar sentado detrás de un escritorio durante ocho horas. Para las personas que sufren ansiedad, quizás esto no sea lo más recomendable, sobre todo cuando no se trata del trabajo de sus sueños, o simplemente por lo que han pasado cuatro años estudiando una carrera.
Por supuesto, no todo el mundo puede ser su propio jefe, pero existen formas de hacer sentir a una persona responsable de algo. Otorgar tu plena confianza a tus empleados millennials te traerá grandes beneficios. Es tan fácil como hacerle responsable de su proyecto, afrontar las tareas de otra forma. Trabajar 40 horas a la semana es un tarea complicada para todo el mundo, encontrar el balance puede ser complicado, pero es que además los millennials están buscando la flexibilidad por encima de todo.
La razón principal por la cual los millennials no quieren el típico trabajo de oficina es porque la mayoría de las veces no tiene nada que ver con lo que han estudiado y porque además el salario por norma general no es bueno o adecuado, y nos les permitir vivir o simplemente independizarse de una vez. La generación Millennial es única, pero no ha quedado claro si son ellos los que deben adaptarse a los modelos de empresa establecidos, o si son las empresas las que deben adaptar sus modelos.
El paso del tiempo resolverá todas estas dudas y las que vayan surgiendo por el camino.