Todos tenemos algún amigo que, o incluso nosotros mismos, que pasa horas y horas hablando de su gran hallazgo, de esa idea que no le deja ni siquiera dormir. Pero el tiempo pasa, y meses o años después, ese mismo amigo se encuentra lamentándose por no haberse lanzado en su momento. Sobre todo ocurre si ves tu idea reflejada en otro pequeño negocio que ha tenido éxito. Puede que lleves pensando en esa idea desde la universidad, y ya es tiempo de llevarla a cabo.
Los comienzos siempre son complicados y muchas personas caen en la trampa de asumir que no puedes empezar hasta que no lo tengas todo atado. Pero muchas startups que empiezan de cero alcanzan el éxito, así que aplícate el cuento. Solo depende de ti, de que tengas la capacidad de asumir que el comienzo va a ser complicado y que des los pasos correctos.
Todo suele empezar con una investigación del mercado al que te quieras dedicar. Demanda, debilidades, fortalezas, etc. Tu idea debe poder solucionar las debilidades, al menos en cierta forma. Después vendría la diferenciación, lo que tú puedes ofrecer y ahora mismo no existe en tu mercado, o en tu territorio.
Si tienes una buena idea de negocio, tienes que construir ese negocio con altas miras. La planificación y la preparación son la clave de todo. Pero no significa que debas tenerlo todo preparado a la hora de dar los primeros pasos. Vivimos un gran avance en cuanto a tecnología se refiere, y aunque a veces nos suponga muchos quebraderos de cabeza, debemos aprovecharla y usarla en nuestro beneficio.
Puede que creas que no vas a ser capaz de llevarlo a cabo tu solo, y es algo normal. Encontrar un buen equipo es uno de los obstáculos que tendrás que superar en tu viaje del héroe, pero una vez superados todo merecerá la pena. Aquí te dejamos una serie de ideas para que una vez tengas a tu equipo, puedas fortalecerlo.
Una vez tengas las cosas claras, todo lo que puedes ofrecer y todo lo que te diferencia, puedes empezar por hablar con los clientes potenciales. Cuéntales tu idea, no puede haber una voz más crucial que la suya para saber las posibilidades que tiene tu negocio.
No esperes más, seguro que no quieres ser el amigo que se lamenta por no haberse lanzado y haber puesto toda la carne en el asador.