Por si había pocos estímulos hoy en Ginebra (las novedades de Rolex, las ceremonias de inauguración de la feria Watches & Wonders…), ha llegado la firma Jacob & Co. (que no participa en la feria, pero se ha instalado en un hotel de la ciudad) y ha reclamado su cuota de protagonismo. ¿Cómo? De una forma que a la enseña se le da muy bien: mostrando el reloj más caro de todos cuantos conforman el universo relojero.
Se trata de un nuevo miembro de Billionaire, una colección que brilla más que todos los planetas de la Vía Láctea juntos. Porque sus integrantes están cuajados de diamantes. Nació en 2015 y entonces ya marcó record con un precio de 18 millones de dólares. Esta vez va más allá y sitúa la plusmarca en 20 millones. ¿Quién da más?
El nuevo Billionaire es más caro que su hermano mayor porque porta diamantes amarillos, que son muy difíciles de encontrar y bastante más costosos. De hecho, en Jacob & Co. han pasado los últimos tres años y medio buscando los mejores. La pena es que les han tenido que quitar mucha materia para que cupieran todos juntos en el reloj. Si bien sumaban 880 quilates en bruto, se han quedado en 217.
Su forma es cuadrada, pues han elegido la talla Asscher, que le aporta un toque retro al conjunto. En total suman 425 gemas, que se acompañan de tsavoritas verdes, unas piedras preciosas finas y raras. Además de los diamantes de la caja y el brazalete hay algunos más de talla baguette (rectangular) en el movimiento, un calibre tourbillon esqueletado de cuerda manual.
Desde luego, la firma ha conseguido que se hable de ella. Si es para bien o para mal, no importa. A veces solo es necesario que hablen. De lo que no cabe duda es del encomiable trabajo de búsqueda y engastado que han llevado a cabo.