A pesar de todos los problemas a los que se enfrenta el mundo en la actualidad -la guerra de Rusia en Ucrania, la pandemia de Covid, el clima extremo-, Bill Gates es optimista sobre el futuro. ¿La razón principal? La Fundación Bill y Melinda Gates está adoptando y apoyando nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y la terapia génica para hacer frente a retos mundiales como la mortalidad infantil y enfermedades como el VIH.
Gates habló con FORBES justo antes de la publicación de su carta anual en su blog Gates Notes, una tradición que inició en 2009. Él y su ex esposa Melinda French Gates -que juntos copresiden la Fundación Gates- terminaron hace poco una serie de sesiones de estrategia y planificaron el presupuesto de la fundación para 2023.
Gates afirmó que el presupuesto de la fundación será el mayor de su historia, impulsado por el mayor aumento anual en los 22 años de historia de la fundación. Piensa aún más concretamente en las generaciones futuras, dado que el año que viene será abuelo por primera vez; su hija mayor, Jennifer, que se casó el año pasado, espera un bebé para febrero.
El célebre cofundador de Microsoft es actualmente la sexta persona más rica del mundo, según el cómputo de FORBES. Su fortuna ascendería al menos a 162.000 millones de dólares -y sería el tercero del mundo- si no hubiera donado 59.000 millones de dólares a la Fundación Gates, principalmente en acciones de Microsoft. Pero su plan es que, en el futuro, su rango entre los más ricos del mundo descienda. Más adelante, dice Gates, espera dejar de figurar en la lista de multimillonarios. La razón tiene que ver con su compromiso de donar casi toda su fortuna a la Fundación Gates, la mayor fundación benéfica de Estados Unidos.
«Aunque no me importa cuál sea mi posición en la lista de las personas más ricas del mundo, sé que a medida que vaya donando, iré descendiendo y, con el tiempo, desapareceré de la lista», escribe Gates, que cumplió 67 años en octubre, en su recién publicada carta anual.
En julio, Gates dio un gran paso para situarse aún más abajo en la lista: transfirió 20.000 millones de dólares de su fortuna a la Fundación Gates. Hizo esa transferencia, explicó, para permitir a la fundación aumentar su gasto anual y la concesión de subvenciones en un 50%, hasta los 9.000 millones de dólares anuales en 2026.
«Los 9.000 millones de dólares [en distribuciones anuales] no son una de esas cosas en las que puedes mantenerte estable y ser una fundación ‘para siempre'», dice Gates. Para seguir donando a ese ritmo, incluso con las multimillonarias donaciones anuales de acciones a la fundación por parte de su amigo y multimillonario Warren Buffett, Gates afirma que seguirá transfiriendo parte de su fortuna -estimada actualmente por Forbes en 103.000 millones de dólares- también a la fundación. «Habrá mucho más dinero de mi parte». Gates calcula que la fundación concluirá sus actividades en unos 25 o 30 años.
Mientras tanto, he aquí algunos de los esfuerzos de la fundación que entusiasman a Gates:
Hacer más atractiva la enseñanza de las matemáticas en EE.UU.
Aunque la Fundación Gates es más conocida por su labor en el ámbito de la sanidad en los países más pobres del mundo, también ha destinado recursos a lo largo de los años a mejorar la educación pública en Estados Unidos, con resultados desiguales. La iniciativa más reciente consiste en impulsar la enseñanza de las matemáticas entre los alumnos de preescolar y los de 12º curso.
Como señala la carta de Gates, quienes aprueban Álgebra I en 9º grado tienen el doble de probabilidades de graduarse en la escuela secundaria y más probabilidades de ir a la universidad y obtener una licenciatura y una buena carrera profesional. Pero la pandemia asestó un duro golpe. Según un nuevo boletín de calificaciones sobre la educación en Estados Unidos -la Evaluación Nacional del Progreso Económico-, sólo el 26% de los alumnos de 8º curso eran competentes en matemáticas, 9 puntos porcentuales menos que en 2019 y las cifras más bajas en casi dos décadas, según la carta de Gates.
En octubre, la fundación anunció que gastará 1.100 millones de dólares en cuatro años para ayudar a renovar la forma en que se enseñan las matemáticas. «Los profesores nos dicen repetidamente que sus alumnos encuentran el plan de estudios de matemáticas aburrido e irrelevante», escribió Gates en su carta.
«La idea es aprovechar al máximo el tiempo y las habilidades del profesor». La fundación está apoyando a socios sin ánimo de lucro como Khan Academy, Zearn y Mastory, herramientas en línea que son interactivas y trabajan para hacer las matemáticas más atractivas. Gates es optimista sobre el uso de la inteligencia artificial en estas herramientas: «La IA puede averiguar lo que te atrae, ya sean ejemplos de deportes o de salud, qué cosas entiendes y cuáles no. Una IA podría afinar eso incluso más que un software estándar».
Reducir la mortalidad infantil mediante ultrasonidos con IA
Gates señala que, si bien las muertes infantiles se han reducido a la mitad desde el año 2000, el número de bebés que fallecen en los primeros 30 días de vida -el periodo neonatal- no desciende tanto. De hecho, en 2019 murieron 1,9 millones de recién nacidos. Para tratar de reducir esas muertes, la Fundación Gates, en colaboración con sus socios, ha ideado una herramienta de ultrasonido a escala reducida que podría utilizarse en el mundo en desarrollo: una sonda que se conecta a un teléfono móvil o una tableta. Se pasa la sonda por el vientre de una madre embarazada unas cuantas veces. «El programa informático por sí solo puede detectar todos los problemas normales: si el bebé viene de nalgas o si el cordón umbilical está mal colocado», explica Gates. Y el software puede indicar si el embarazo es de alto riesgo y si la madre podría necesitar una cesárea para el parto. La mayoría de los partos en el mundo en desarrollo no son atendidos por un médico, señala Gates.
La Fundación Gates trabajó para desarrollar el software de IA con Google como socio y también con Philips, que fabrica ecógrafos tradicionales, me dijo Gates. La tecnología se está probando ahora en Kenia y Sudáfrica; si se demuestra que marca una diferencia positiva, pasarían otros dos o tres años antes de que estuviera lista para un uso más amplio.
Utilizar la terapia génica para curar el VIH
Encontrar una cura para el VIH ha sido durante mucho tiempo un objetivo, y todavía está en un futuro lejano. Sin embargo, Gates confía en que los avances en terapia génica (pequeñas modificaciones en la composición genética de una persona) puedan resultar fructíferos. La fundación ha financiado trabajos en múltiples centros académicos y startus y se ha asociado con Novartis y los Institutos Nacionales de Salud en terapia génica. La esperanza es que una inyección permita al organismo combatir el virus. «Todavía quedan años de trabajo por delante antes de que se demuestre que cualquiera de estos enfoques es seguro y eficaz», escribió Gates en su carta.
Energía nuclear e innovaciones con bajas emisiones de carbono
Al margen de la Fundación Gates, Bill Gates dedica mucho tiempo a su nueva empresa de energía nuclear, TerraPower, que cuenta con un reactor avanzado diseñado para utilizar como combustible uranio poco enriquecido de alto ensayo, conocido como HALEU. Gates afirma que en la última década ha invertido algo más de 1.000 millones de dólares en la empresa, que está desarrollando una planta de demostración en Wyoming financiada en parte por el Departamento de Energía de EE.UU. Gates afirma que habrá que esperar hasta 2030 para saber si el nuevo diseño de reactor es realmente un éxito.
También se muestra apasionado por sus inversiones de bajo y nulo contenido en carbono Breakthrough Energy -ahora una cartera de más de 100 empresas, con el respaldo de una cohorte de otros multimillonarios como Jeff Bezos, Vinod Khosla y John Doerr. Gates menciona dos empresas de interés: el fabricante de baterías de iones de litio Redwood Materials, dirigido por el cofundador de Tesla JB Straubel, y el fabricante de almacenamiento de energía de bajo coste Form Energy, que recaudó 450 millones de dólares de los inversores en octubre. Según Gates, los beneficios de estas empresas volverán a invertirse en el clima o en la Fundación Gates.