Los inversores de capital riesgo apuestan por la posibilidad de que una generación de empresas de nueva creación pueda revolucionar el lento y costoso proceso de compraventa de viviendas en Europa. Esto se produce apenas unos meses después de que el portal inmobiliario estadounidense Zillow desechara su propio servicio de compraventa de viviendas basado en algoritmos tras registrar pérdidas cercanas a los 880 millones de dólares.
La startup italiana Casavo acaba de recaudar 100 millones de dólares de capital y 300 millones de deuda para expandir su propio servicio de compra instantánea de viviendas, o ibuying, a Francia y hacer crecer sus operaciones en Italia, España y Portugal. La empresa con sede en Milán ya ha comprado y vendido 3.200 de viviendas con un precio colectivo de 1.000 millones de dólares desde su lanzamiento en 2017.
«Recibimos la pregunta en torno a Zillow, pero los inversores que tienen una fuerte tesis sobre los mercados residenciales entendieron que este era un problema muy específico de Zillow», dice Giorgio Tinacci, fundador y CEO de Casavo.
iBuying, o compra instantánea, transformó a Zillow, que pasó de ser un mero portal de listados y una herramienta de valoración para compradores e intermediarios, a una inmobiliaria que compraba miles de sus viviendas al mes en su mejor momento, las reformaba y las volvía a poner en el mercado, a veces a un precio superior. Zillow despidió a 2.000 empleados de su división de Compra de Viviendas después de que la escasez de mano de obra y de suministros la dejara con unas pérdidas de 304 millones de dólares en el tercer trimestre de 2021 y una acumulación de 7.000 viviendas sin vender.
Adiós división de compra
Tinacci explica que mientras Zillow eliminó su división de compra de viviendas después de solo dos años, sus rivales estadounidenses Opendoor, Offerpad y Redfin siguen activos, y el mercado inmobiliario de Europa es muy diferente al de Estados Unidos.
Asimismo, el fundador y CEO de Casavo asegura que se centró en la compra de apartamentos en algunas grandes ciudades europeas como Roma, Milán y Madrid, donde hay una «asimetría de información» sobre los precios debido a la irregularidad de los datos, y unos costes de reforma más bajos, a diferencia de la típica casa suburbana estadounidense a la que se dirigen Zillow y sus rivales. «En pocas palabras, Europa tiene una ventaja estructural frente a Estados Unidos«, afirma Tinacci.
Dos días para una oferta y menos de un mes para venderla
Casavo afirma que es capaz de hacer una oferta por una propiedad en dos días y completar la venta en menos de un mes, mientras que la casa italiana media tarda veinte semanas en venderse, según los datos del sitio de anuncios inmobiliarios europeos Idealista. Pero los vendedores que opten por Casavo tendrán que aceptar un descuento en la tasación para conseguir una venta rápida.
La última inversión en Casavo, que ya ha recaudado 350 millones de dólares, ha sido liderada por Exor, el brazo inversor de la multimillonaria familia Agnelli, junto con los anteriores inversores Greenoaks Capital Partners y Picus Capital. El respaldo de una dinastía italiana de empresarios se produce en un momento en que muchos inversores de capital riesgo se han retirado de las inversiones en tecnología, sobre todo en sectores de gran intensidad de capital como el inmobiliario, y es una apuesta por el sector inmobiliario europeo en un momento en que la economía del continente se ve sacudida por la creciente crisis energética y la inflación. «Encajan perfectamente porque son inversores a largo plazo», afirma Tinacci, que también fue respaldado por el brazo de riesgo de la familia, Exor Seeds.
Casavo no es la única empresa que apuesta por el «ibuying» en Europa. Clikalia, con sede en Madrid, recaudó 75 millones de dólares en una ronda liderada por Vision Fund de SoftBank en febrero, y Sequoia Capital lideró una serie A de 20 millones de dólares en su competidor francés Zefir a finales de ese mes.