Las altas temperaturas, el sol pegando durante horas, la arena que se mete hasta el último recobeco del coche, el salitre que se pega a la carrocería y los muchos kilómetros que se hacen durante las vacaciones pasan factura al coche. De ahí que, antes de emprender el triste viaje de vuelta a casa, sea necesario hacer una pequeña revisión al coche.
En concreto, desde la cadena de mantenimiento Norauto, recomiendan echarle un buen vistazo a tres partes concretas del coche.
La batería
El calor afecta directamente al estado y funcionamiento de la batería. Durante las vacaciones el coche suele estar mucho tiempo estacionado bajo el sol. Conviene arrancarlo de vez en cuando para comprobar que lo hace sin forzar.
Las ruedas
Al igual que la batería, los neumáticos también se ven afectados por el sol, el calor y un asfalto muy caliente. Esto puede provocar un desgaste prematuro o una deformación en la rueda por el tiempo que pasa el coche parado. Antes de salir, hay que revisar la presión, el dibujo, y que no tenga cortes ni bultos.
Los niveles de líquidos
Por último hay que echar un vistazo a los niveles de líquido refrigerante, aceite y limpiaparabrisas. Esta revisión se puede hacer extensiva al sistema eléctrico, que se puede ver dañado por la humedad y aparecer problemas con el alternador y el motor de arranque. Lo mismo ocurre con la correa o los latiguillos de los frenos, que se deterioran más rápido con la humedad.
Y al llegar a casa, solo queda por darle una buena limpieza del coche para eliminar por completo los restos de arena y de salitre.