Tan solo un lustro después de su llegada a nuestros smartphones, la red social preferida por los millennials podría estrenarse en el parqué dentro de muy poco. Sus espectaculares cifras avalan el supuesto proyecto: 150 millones de usuarios al día, una valoración de 200.000 millones de dólares y una estimación de ingresos para 2016 de entre 250 y 350 millones de dólares (cifra que ascendería a entre 500 y 1000 millones en el año que viene) convierten a Snapchat en uno de los unicornios más cotizados de la industria tecnológica.
Además, todas las previsiones apuntan a que antes de que toquen las campanadas que pondrán fin a 2016 Snapchat se convertirá en la tercera aplicación con mayor número de usuarios activos en Estados Unidos, tan solo por detrás de Facebook e Instagram.
Ante estos rumores la compañía fundada por Evan Spiegel ha preferido no pillarse los dedos y ha realizado unas declaraciones más bien cautelosas que ni los confirman ni los desmienten, al asegurar que “si saldremos a bolsa o no dependerá de diversos factores, muchos de los cuales escapan a nuestro control”.
Una eventual salida a bolsa, que sometería a la compañía a un control más riguroso con la obligación de publicar sus cuentas cada trimestre, no pillaría a nadie desprevenido de llegar a tener lugar. Su propio fundador y CEO dejó entrever los planes de Snapchat al declarar que la empresa “necesitaba una OPV” y que ya estaban en marcha los planes para lograrlo.