Dos lienzos: ‘Interchange’ (1955) de Willem de Kooning y ‘Number 17A’ (1948) de Jackson Pollock. Por el primero Griffin puso sobre la mesa 300 millones de dólares, y por el segundo los 200 millones restantes. Con esta operación, la obra de De Kooning ha pasado a convertirse en la obra de arte contemporáneo jamás vendida de acuerdo con los datos revelados por las cadenas financieras CNBC y Bloomberg. Además, ha igualado a la que hasta ahora era la pieza de arte más valorada de la historia, el lienzo ‘Nafea faa ipoipo (¿Cuándo te casarás?)’ de Paul Gaughin, que hace justo un año fue adquirida por la misma cantidad por la Autoridad de los Museos de Qatar.
Sin embargo, el magnate de las finanzas no ha querido monopolizar la contemplación de sus dos nuevas adquisiciones, ambas iconos del arte expresionista abstracto, por lo que ha preferido cederlas al Instituto de Arte de Chicago, donde comparten sala.
A sus 47 años Griffin es el gestor mejor pagado de Wall Street, y amasa una fortuna cercana a los 7.400 millones de dólares. En septiembre llevó a cabo la operación inmobiliaria de mayor envergadura de la ciudad de Nueva York al comprar tres plantas completas del rascacielos del número 220 de Central Park South a cambio de 200 millones de dólares.
Apasionado del arte, el magnate cuenta con una colección personal desde hace más de dos décadas que incluye una obra del artista alemán Gerhard Richter por la que pagó 46 millones de dólares en una subasta celebrada hace un año en Sotheby’s. Además, en diciembre donó 40 millones de dólares al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), lo que supuso una de las mayores contribuciones de carácter privado de la historia de la institución.