Artículos extremadamente caros que ni los ricos pueden permitirse
Es posible que cuando fueras un niño y encontrarás una moneda en la calle te consideraras rico durante ese día. Desafortunadamente cuando creces, no es así de fácil. Muchas acepciones rodean a la palabra “rico”, pero aquí encontrarás lo que ni ellos mismos pueden comprar –aunque sí los mejores de su liga-.
Artículos extremadamente caros que ni los ricos pueden permitirse
Un súper yate. De los que tienen varias plantas y de los que cuestan aproximadamente de 20 a 30 millones de dólares mantener al año. ¿Creías que no existían?
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La exclusividad. Incluso en esas esferas es difícil de comprar, ya que no se trata del dinero, sino del ambiente en el que te rodees.
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La tumba de Nicholas Cage en Nueva Orleans. Todo un alarde millonario arquitectónico que ni los más opulentos económicamente pueden permitirse.
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Un particular sello suizo. En 1855 hubo un fallo en la imprenta de sellos que hizo que salieran un par totalmente amarillos. Para los coleccionistas valen “oro” y son muy difíciles de encontrar de aquella época. El último vendido costó 3.14 millones de dólares en Suiza.
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Islas. Sabes que los grandes magnates de Hollywood las poseen, pero ¿sabías que hay algunas que llegan a costar unos 110 millones de dólares? Ni el más rico del vecindario puede soñar con una.
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Un baño que alcanza la friolera de 3.5 millones de dólares. Es lo que llevó a cabo el joyero Lam Sai-Wing de Hong Kong. Esto ocurre cuando eres ultra rico en lugar de rico.
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Papel higiénico dorado. Existe, aunque no lo creas, y es una de las mayores excentricidades jamás creadas. ¿Te gastarías un par de millones de euros en adornar así tu baño?
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Un cuadro de 300 millones de dólares. Fue vendido en 2010 y corresponde al artista Paul Gauguin. La obra se llama “When will you marry” y es el sueño de cualquier coleccionista de arte
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Una escultura de 100 millones de dólares. Fue vendida por el artista Alberto Giacometti y se llama “Pointing Man”. Como anécdota has de saber que al artista solo le llevó 9 horas hacerla.
Artículos extremadamente caros que ni los ricos pueden permitirse
Comida muy –pero que muy-cara. En Nueva York encontrarás el restaurante Serendipity 3, donde un simple helado de chocolate te costará 1.000 dólares. ¿Capricho o locura denunciable?
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