Fue el 31 de octubre de 2010, fecha como podemos imaginar no elegida aleatoriamente, el día en el que se produjo la emisión de la conocida serie The Walking Dead, debutando en 120 países en la misma semana. Con solamente seis capítulos y una media de 5,24 millones de espectadores, esta producción prometía ser el próximo éxito realizado por la AMC. De hecho, un año más tarde se emitió la segunda temporada con más del doble de los capítulos que tenía la anterior (13 episodios exactamente), ascendiendo esa cifra hasta los 16 capítulos y manteniéndose ahí en la tercera, cuarta y quinta temporada.
Sin embargo, su audiencia nunca se mantuvo estancada, sino que creció llegando a duplicar y a sobrepasar a la dos primeras temporadas. Con una media de 13,30 millones de televidentes en la cuarta temporada, The Walking Dead ha conseguido mantener a sus fieles seguidores y conquistar a los dudosos espectadores que se mostraron críticos con la serie en un principio. De hecho, la quinta temporada arrancó de manera espectacular con 17,30 millones de personas pegadas a sus televisores.
Contando con un elenco de actores de lo más variado, Andrew Lincoln es el actor que más ha aparecido en la serie, con 57 capítulos a sus espaldas. Le siguen Steven Yeun con 53 episodios y Chandler Riggs y Norman Reedus con 52 capítulos respectivamente. Además, The Walking Dead no sólo ha conseguido captar la atención de los “cinéfilos de a pie”, sino que también ha sabido hacerse un hueco entre los críticos profesionales de cine.
En total, ha conseguido 22 premios a lo largo de sus casi 5 años de emisión, destacando sus 8 premios Saturn y sus 3 premios People’s Choice. Dada su gran audiencia y su repercusión mundial, sus cifras económicas no se quedan atrás. Con un beneficio total de 11 millones de dólares por capítulo, actores como Andrew Lincoln obtiene entre 70.000 y 90.000 dólares por episodio. Ahora sólo hace falta esperar qué es lo que nos deparará en el futuro la serie protagonizada por el oficial de policía Rick Grimes.