La intensa política de desarrollo del fracking para la explotación de los yacimientos de gas y petróleo en Estados Unidos está recolocando al país en el top mundial, como ya lo estuvo en los años 50. En la actualidad, ya es el primer exportador neto de gas del mundo, como también lo fue en 1953. Estados Unidos derogó en 2015 una ley que prohibía las exportaciones de crudo.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la capacidad que ha demostrado el sector gasista y petrolero de Estados Unidos en aplicar las técnicas de fracking o ‘fracturación’ y de rentabilizar los yacimientos de esquisto, a partir del cual se obtiene petróleo, ha hecho posible que el país haya incrementado la producción de sendos combustibles en un 50%, un avance que no se había dado hasta ahora en ningún otro país.
El protagonismo recobrado por Estados Unidos como un activo exportador puede tener un impacto en las actuales fuerzas que intervienen en el mercado internacional de crudo, cuya cotización internacional está sujeta a importantes fluctuaciones.