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No solo es acero y aluminio lo que está en juego

Las disputas comerciales entre Estados Unidos y China que han llevado a la implantación bilateral de aranceles podrían ser una molesta incomodidad para muchos usuarios de productos fabricados en China, entre los que se incluyen los de los iPhone.

El cuantioso déficit comercial de Estados Unidos con China, cifrado en unos 375.000 millones de dólares (303.000 millones de euros), se debe en gran medida a la importación de, por ejemplo, productos tecnológicos y componentes electrónicos que llevan, entre otros muchos aparatos, los iPhone, cuyo ensamblaje final se hace además en el gigante asiático.

Apple vendió 61 millones de iPhone al mercado estadounidense en 2017, con un coste de fabricación de unos 258 dólares (209 euros) cada iPhone 7 y 7 Plus, según la firma de información estadística IHS Markit. Analizando estas cifras, solo el modelo iPhone 7 aumentó en casi 16.000 millones de dólares (13.000 millones de euros) el déficit comercial estadounidense con China, alrededor del 4,4% del total en 2017, pero representa el 22% de los 70.000 millones de dólares (56.600 millones de euros) en teléfonos móviles que importa Estados Unidos del país asiático, sin contar otros muchos productos chinos que forman parte del consumo habitual de las familias americanas.