Al cierre de Wall Street el castigo a Netflix tras la presentación de sus resultados trimestrales era más que evidente, con sus acciones liderando las caídas del S&P 500: si el lunes se situaban en 95 dólares, en la clausura de ayer caían hasta los 85. Actualmente la compañía cuenta con 428 millones de acciones en circulación, lo que ha provocado un desplome cercano a los 6.000 millones de dólares (5.440 millones de euros).
¿A qué se debe este batacazo? Netflix no ha sido capaz de alcanzar los 2,5 millones de nuevos suscriptores que tanto la propia compañía como el consenso del mercado vaticinaban de cara al segundo trimestre de 2016. En realidad solo logró captar 1,68 millones de nuevos abonados, quedando muy lejos de las expectativas. “Crecemos, pero no tan rápido como nos gustaría ni como lo hicimos en el pasado”, se ha visto obligado a reconocer su consejero delegado, Reed Hastings. “La irrupción de un gran mercado suele estar repleta de baches, pero la oportunidad es tan grande que continuaremos mejorando en todos los aspectos de nuestro negocio”.
La compañía con sede en Los Gatos (California) cuenta actualmente con 83,1 millones de suscriptores en todo el mundo que le hicieron ganar 2.110 millones de dólares en el segundo trimestre del ejercicio fiscal. Sin embargo, el crecimiento del número de abonados vive un momento de estancamiento preocupante.