A principios de 2015, el arquitecto polaco Krzysztof Kotala, fundador de 8+8 Concept Studio, propuesto la construcción de un complejo bajo el agua en el Golfo Pérsico en los Emiratos Árabes Unidos, concretamente entre el Hotel Burj Al Arab y las Palm Jumeirah Islands. Si bien la rompedora idea atrajo el interés de muchos espectadores potenciales, también planteó muchos problemas a resolver para ingenieros y constructores.
Sara Fray, directora de la Institution of Structural Engineers de Londres, señaló que el techo transparente requeriría la instalación de un panel continuo de vidrio que habría de medir al menos 108 pies de ancho y pesar unas cien toneladas para poder albergar la pista y las gradas.
Además, existe una gran preocupación por las posibles y otras cuestiones como los tsunamis o terremotos, para los cuales debería estar preparada la estructura subacuática en cuestión, incluyendo, entre otras cosas, una fácil salida a la superficie, según Fray. La especialista también aludió al reflejo de la luz como un posible problema para los tenistas a la hora de jugar, ya que “sería complicado”, señala, “controlar la refracción de la luz”.
Sin embargo, para el arquitecto, la refracción de la luz no es un problema ya que considera que esto también sucede en la superficie. “En cuestiones de diseño y de cristal, no hay duda de que el 95% los problemas que pueden limitar el proyecto se han resuelto ya antes”, asegura. Kotala tampoco considera que la curvatura del vidrio sea un inconveniente.
Aún no hay inversores para el proyecto que, según adelantó Krzysztof Kotala en una entrevista a CNN, podría costar entre 1,5 y 2,5 millones de dólares, por lo que al arquitecto le preocupa que la pista no llegue a tiempo para la Expo Dubái 2020.