El perfil del inversor medio español ha cambiado someramente en los dos últimos años coincidiendo con la mejora de la situación económica, pero aunque ahora se asome con menor vértigo al riesgo moderado, sigue siendo en lo esencial un inversor conservador, de una edad media de 50 años, poco amigo del ahorro, y que prefiere el canal bancario para contratar un producto, según el V Barómetro del Ahorro del Observatorio Inverco, la asociación de instituciones de inversión colectiva que presenta cada dos años.
Los datos del Barómetro revelan que desde 2015 ha crecido el porcentaje de inversores que se declaran moderados en la selección de productos financieros (37% en 2017 frente al 33% en 2015).
Si bien, quienes afirman tener un perfil conservador siguen siendo mayoría (58% en 2017 frente al 62% en 2015). La percepción de la mejora económica también ha reducido la preocupación hacia el ahorro para cubrir imprevistos; solo el 32% busca complementar la jubilación, frente a un 30% en 2015, y el 12% lo hace por motivos fiscales. Por productos, los planes de pensiones (19%), depósitos (15%) y fondos de inversión (12%) son las opciones declaradas para invertir en los próximos meses.
La seguridad se mantiene como el factor más importante para decidir dónde invertir, seguida de la transparencia y la confianza, respectivamente. Para formalizar la contratación de un producto, tres de cada cuatro ahorradores españoles acuden a su oficina bancaria, mientras que solo el 12% lo hace a través de la web, y el 9% vía asesor financiero independiente.